Tras la polémica surgida la semana pasada en Bruselas por la expulsión de gitanos rumanos y búlgaros de Francia, hecho que la Unión Europea está investigando para determinar si el Gobierno galo ha violado las leyes comunitarias, ayer se conoció una carta enviada el pasado 3 de agosto por el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Thomas Hammarberg, al ministro galo de Inmigración, Eric Besson, en la que criticaba el comportamiento del Elíseo con los extranjeros y calificaba de «paso atrás» algunos de los artículos de la ley de inmigración que el Gobierno de Nicolás Sarkozy ha presentado ante el Parlamento.
En particular, Hammarberg se refería a la disposición de la ley que otorga a los prefectos (delegados del Gobierno) poder para prohibir a un inmigrante la estancia en el espacio Schengen durante tres años, lo cual puede ir en contra del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
De hecho, la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, informó también ayer a la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo (PE) sobre los «indicios sólidos» de ilegalidad cometidos por Francia con la expulsión de gitanos, según explicó el eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar.
Tanto Reding como la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, se reunieron a puerta cerrada con esa Comisión del PE para informar de la marcha del análisis del caso que está haciendo la Comisión Europea (CE).
En la entrevista se preparó también la próxima reunión conjunta de esa Comisión del Parlamento con el Ejecutivo comunitario, el 29 de septiembre, el mismo día en que está previsto que el pleno europeo decida si abre un expediente o no a Francia.
La principal prueba mostrada es la circular que el Gobierno galo envió a comienzos de agosto a las autoridades policiales para desmantelar los campamentos de gitanos. «No es una misiva privada sino jurídicamente vinculante, no habla de desmantelar en base a delitos cometidos individualmente, sino a la pertenencia a una etnia», añadió el ex ministro de Justicia, que recordó que el Parlamento ya fue claro el 9 de septiembre al señalar que París había tenido una «actitud discriminatoria».
Integración
Pese a las críticas de varios dirigentes a Viviane Reding por sus declaraciones comparando la medida francesa con las prácticas nazis de la Segunda Guerra Mundial, López Aguilar señaló que «el debate no son las declaraciones de una comisaria, sino la integración de los gitanos».
A la salida de la reunión, Reding se mostró cauta y se limitó a señalar que «continúan los trabajos» en referencia a la investigación que dirige para comprobar si Francia ha quebrantado la directiva europea de libre circulación.
Esta previsto que hoy, el presidente permanente del Consejo, Herman Van Rompuy, dé parte a los eurodiputados de las conclusiones de la última cumbre en Bruselas, en la que se consensuó la necesidad de dar una respuesta común al problema de la integración de los gitanos en la Unión.
