La Asociación cultural grupo de danzas ‘La Esteva’, junto con la Ronda Segoviana, volvieron a salir a la calle, como cada año desde hace once, para participar en la tradicional Ronda de Marzas que este año llega a su doceava edición.
El recorrido de este año ha discurrido entre el Acueducto y la plaza Mayor, arrancando en el restaurante Cándido, subiendo por la calle Cervantes y haciendo parada en la centenaria Casa Duque, continuando el recorrido por la calle Santa Engracia hasta las Cuevas de Duque antes de llegar al Fogón Sefardí en la calle Judería Vieja. La penúltima parada la hicieron en Hotel La Casa Mudejar situado en la calle Isabel la Católica antes de llegar a la plaza Mayor.
La Ronda de Marzas es una antigua tradición que, con la llegada del mes de marzo, primer mes del calendario romano, los mozos solteros recorrían al anochecer una por una todas las casas de los vecinos, en especial donde había ‘mozas casaderas’, pidiendo el aguinaldo a cambio de los cantos que entonaban.
A cambio de sus cantos, los marzantes recibían el ‘dao’ o limosna, donativo en especies (bebida, chorizo, manteca, tocino, morcillas, lomo, cecina, pan, castañas, nueces, huevos, patatas…) o en metálico que la familia les daba, y lo recogían para realizar juntos las ‘sobremarzas’ o comida festiva que se solía celebrar el domingo siguiente al día en que se pedían. A la comida estaban invitados los niños del pueblo y las mozas; o más exactamente, aquellas mozas en cuyas casas se había ‘cumplido’ con los marzantes.
