El promotor de la trágica fiesta de Halloween en el Madrid Arena, Miguel Ángel Flores, culpó ayer durante su declaración ante el juez a Madrid Espacios y Congresos, dependiente del Ayuntamiento, de la falta de seguridad en el recinto, al tiempo que atribuyó la avalancha humana que se provocó a la falta de previsión y a la ausencia de control de la Policía Municipal del macrobotellón que se produjo en una zona adyacente, según indicaron fuentes jurídicas.
En el marco de la investigación, el empresario, al que se le acusa de haber contado con numerosos favores por parte del Consistorio -en licencias de locales, organización de eventos…-, compareció como imputado de cuatro delitos de homicidio imprudente y lesiones graves imprudentes por la muerte la noche del pasado 31 de octubre. Hoy le toca el turno al representante legal de Kontrol 34, cuyos vigilantes fueron contratados para llevar la seguridad del interior de las instalaciones.
Tras casi cuatro horas de interrogatorio y visiblemente afectado, Flores abandonó el lugar con la obligación de comparecer los días 8 y 24 de cada mes ante el juzgado más próximo a su domicilio.
Respecto a la declaración, el empresario insistió en que él no controla la seguridad en el pabellón, responsabilizando de ello a la empresa Seguriber y a Madritec. Además, señaló que la avalancha fue consecuencia de la falta de previsión por parte del Ayuntamiento, al que, desde un medio, se le acusó de haber enviado esa noche 14 agentes a la fiesta y 42 a los estudios donde se grabó un programa televisivo de El hormiguero.
Así, indicó que él solo era el responsable de controlar la venta de entradas y del contenido de la fiesta, es decir, las actuaciones musicales. Por ello, se desvinculó de todo lo relativo a la seguridad interior y exterior del recinto.
Además, Flores aportó un correo que supuestamente habría falseado Madrid Espacios y Congresos, en el que él hablaba de la seguridad interior y exterior de las instalaciones, asegurando que él no es el responsable de la misma.
También indicó el empresario que la Policía Local era la responsable de controlar el macrobotellón cercano en el que durante cuatro horas, según dijo, los jóvenes estuvieron bebiendo. De hecho, sostuvo que se recaudaron 40.000 euros cuando lo normal es 100.000 euros, llegando a decir que los chicos estaban «súper borrachos».
Por otra parte, confesó que advirtió en 2010 al Consistorio de que había accesos que no se podían controlar en alusión a que hubo jóvenes que pudieron colarse.
Sobre el número de asistentes, Flores señaló que pudo haber entre 14.000 y 15.000 personas por esa falta de control de la Policía municipal, lo que provocó la entrada masiva de chavales -calculó que 4.000- que venían del botellón. Según sus cálculos, se vendieron 9.650 entradas, a las que habría que sumar las duplicadas en Internet. Eso sí, aseguró no saber qué ha sido de los tickets desaparecidos, que fueron hallados por agentes en un edificio anexo.
Otra investigación.- La comisión municipal por la tragedia del Madrid Arena echará a andar el próximo lunes con la comparecencia de representantes de las cinco empresas relacionadas con la tragedia, esto es, Divier-TT, Seguriber, Kontrol 34, Dator y la sociedad sanitaria del doctor Viñals.
Asimismo, los grupos de la oposición solicitaron la comparecencia de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; del consejero de Presidencia y Justicia, Salvador Victoria, y de la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, que afirmó que no tiene «ningún problema» en aportar su testimonio. Conviene recordar que uno de los hijos de esta dirigente popular acudió al macroevento. Desde UPyD se mostró «extrañeza» por el hecho de que ésta no pueda ser llamada. Lo que parece evidente es que la polémica y las acusaciones hacia el Consistorio seguirán creciendo.
