Finlandia y Países Bajos bloquearán que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) pueda adquirir deuda soberana de la zona euro en los mercados secundarios, a pesar del acuerdo adoptado la semana pasada por los líderes de la UE, según indicó el ministro finlandés de Finanzas. El pacto consiste en adoptar medidas para proteger la unión monetaria y rebajar los costes de financiación para los Gobiernos de Rajoy y Monti, aunque sin precisar los detalles de cómo se emplearían los recursos del actual fondo de rescate (FEEF) y del Mede.
Esta decisión de adquirir bonos soberanos a través del Mede requeriría unanimidad, algo improbable ante la oposición de Helsinki y Holanda, según refleja un informe del Ejecutivo escandinavo remitido ayer al Parlamento.
Por su parte, la Comisión continental eludió valorar las amenazas. El portavoz de Asuntos Económicos, Simon O’Connor, se limitó a explicar que la decisión de activar la compra de deuda debe adoptarse por unanimidad de los países de la moneda única, excepto en los casos en que sea necesario actuar «de forma urgente para salvaguardar la estabilidad de la eurozona». En esta situación, el fondo puede ponerse en marcha por una decisión de los Estados miembros que representen el 85% del capital suscrito. Sin embargo, Finlandia y Países Bajos no podrán bloquear la compra de bonos de España e Italia por parte del fondo de rescate si la Comisión y el Banco Central Europeo (BCE) dictaminan que se trata de una situación de urgencia porque solo suman el 7,5% de los votos, muy lejos del 15% que exige la minoría de veto.
Por otro lado, el BCE acumula cuatro meses sin adquirir deuda de los países de la zona euro, a pesar de las tensiones registradas en los mercados secundarios. De este modo, el importe del programa de compra de deuda soberana se mantiene por tercera semana en 210.500 millones de euros al no haberse producido ningún vencimiento en los últimos siete días.
La Comisión Europea afirmó ayer que no será necesario cambiar el Tratado del fondo de rescate, lo que obligaría a ratificarlo de nuevo en todos los Estados miembros, para llevar a cabo la recapitalización directa de la banca española, sino que bastará con una decisión unánime de los países.
El Ejecutivo comunitario espera tener listo «en los próximos días» el memorándum con las condiciones que se impondrán al sector financiero español a cambio de la ayuda (en la agenda del Eurogrupo está marcado para el 9 de julio), y que está siendo preparado por los inspectores de Bruselas.
Uno de los requisitos impuesto por Alemania para que entre en vigor es que se cree un supervisor bancario único a partir delBCE, algo que los países se han comprometido a hacer a finales de año. A partir de ese momento, la recapitalización directa será posible mediante una «decisión normal» del Mede, según explicó O’Connor.
