La Concejalía de Obras, Servicios e Infraestructuras ha dado por finalizadas las obras de renovación del pavimento y sustitución de redes en las calles del Taray y de Luis Martín Marcos. Está previsto restablecer el tráfico por estas vías del recinto amurallado a partir de las 13 horas de mañana viernes.
Las obras comenzaron a principios del mes de octubre y se ha cumplido el plazo de ejecución de cuatro meses, aspecto que ha destacado la alcaldesa, Clara Luquero, “porque no es habitual cuando se trata de este tipo de intervenciones en la vía pública”.
Luquero ha querido hacer un agradecimiento público a los vecinos de esta zona de la ciudad, así como a los ciudadanos que se han visto afectados durante todo un cuatrimestre por el corte de la circulación rodada. “Son molestias e inconvenientes y por eso agradezco su paciencia aunque sin obras no se podría mejorar”, ha añadido.
El equipo de gobierno municipal adjudicó en julio estas obras de reurbanización integral de las calles Luis Martín Marcos y Taray (en el tramo entre la plaza de Colmenares y el acceso al colegio Fray Juan de la Cruz) a la empresa Mestolaya por 104.727,34 euros (incluyendo IVA).
Concurrieron a la licitación 13 empresas y la oferta de Mestolaya redujo en algo más de un 12%, (29.714 euros) el presupuesto base de licitación, que ascendía a 134.441 euros.
Aunque los responsables municipales querían comenzar las obras en verano, finalmente y por distintos motivos se retrasaron hasta octubre, lo que ocasionó una polémica en la ciudad y críticas del Partido Popular en la oposición municipal, al afectar a varios centros educativos de la zona, principalmente a los colegios Fray Juan de la Cruz y al Colegio Concepcionistas.
La intervención se inició con la sustitución de las redes de saneamiento y abastecimiento, así como el soterramiento de las canalizaciones del alumbrado público, energía eléctrica y telecomunicaciones. Concluida esa primera fase, se procedió a reponer el firme compuesto por losa de hormigón y un acabado para el que se ha utilizado adoquín de granito en la calzada y de losa del mismo material en la acera.
El tramo deja atrás definitivamente el característico pero problemático emborrillado del pavimento. Hay que tener en cuenta que la calle del Taray suponen un eje circulatorio del casco antiguo para el uso de residentes y acceso a edificios administrativos.
