El tenista español Rafa Nadal no pudo lograr ayer su tercer título de Wimbledon después de que el serbio Novak Djokovic lo superara al imponerse por 6-4, 6-1, 1-6 y 6-3 en la final, dos días después de perder, además, el ‘número uno’ del mundo en detrimento del propio jugador balcánico.
El nuevo líder de la ATP necesitó casi dos horas y media de duelo para derrotar a Nadal, defensor del torneo, que no vivió sus mejores momentos en la pista al verse afectado por sus propios errores.
Los dos aspirantes al título de esta edición lucieron su precisión en un intercambio desde el fondo de la pista que, al concluir, generó el murmullo en las gradas para valorar el punto que se acababa de llevar Nadal.
Conforme se sucedieron los golpes, el serbio fue controlando sus nervios y despertando a ese gigante que lleva dentro para contrarrestar a su enemigo. Los dos grandes del momento se midieron el pulso en un agresivo peloteo y Rafa terminó fallando.
La ventaja numérica otorgó al balcánico una confianza que lo impulsó rápidamente para imponerse en el segundo set. Arrancó con buen pie y rompió al mallorquín en su primer saque. Tuvo a su favor dos puntos de ‘break’, pero ni siquiera esperó al segundo. Novak estaba impaciente y celebró esa rotura como si el premio lo tuviera ya en sus manos.
El serbio no perdonaba. ‘Nole’ había cerrado el segundo set en 33 minutos con un demoledor 6-1.Tras el segundo set se abrió el paréntesis, pues el actual líder de la ATP se sintió anclado ante el despegue de Rafa. El tercer set fue de dominio absoluto del español, que rompió el servicio de ‘Nole’ en el segundo juego. El balear jugó, a ratos, con un servicio apabullante, pero sus despistes le costaron muy caro.
Y es que, para sorpresa de todos, el de Manacor dejó escapar dos bolas de ‘break’ seguidas. Fue ahí donde acabó la esperanza del español, que padeció la efectividad y el gran acierto de Djokovic.
Pese a tratar de agotarlo y moverlo por la pista, el serbio pareció incansable, caminaba firme hacia la victoria y se benefició de las pelotas planas ante las que Nadal no tuvo respuesta.
El tenista de Belgrado le condenó con una rotura justo después de haber dejado escapar su mejor opción. Nadal le devolvió el ‘break’, pero para ese momento del partido estaba ya debilitado.
Djokovic tuvo que aguantar al octavo juego de ese parcial para sentenciar al dos veces campeón del torneo, que llegó a salvar una bola de partido, pero no pudo más.
