El Espinar puso fin a las fiestas dedicadas al Santo Cristo del Caloco con dos de las actividades más emblemáticas y tradicionales del periplo festivo, como son la tradicional «verbena del Teo», y la procesión del Santo Cristo del Caloco.
En la madrugada del sábado al domingo, miles de personas se dieron cita en la plaza de toros de la villa para participar en la popular verbena, protagonizada como siempre por la monumental hoguera que se enciende en el centro del coso taurino y que la tradición asegura que hasta que no se apaga no finaliza la verbena.
Una orquesta y una discomóvil fueron las responsables de poner música y animación a la verbena que concluyó bien entrada la madrugada en medio de un extraordinario ambiente donde el tiempo también quiso acompañar ofreciendo una agradable noche.
Horas después, la cita fue de carácter religioso y devocional, y miles de espinariegos quisieron acompañar en procesión al Cristo del Caloco, que después de una semana en la iglesia parroquial regresó a la ermita en la que es venerado en una solemne procesión. Tras la misa de campaña, tuvo lugar la subasta de insignias y el concrso de carrozas «Rafael Muñoz Jiménez», y posteriormente se sirvió una exquisita caldereta en la explanada de la ermit. Por la tarde, los espinariegos despidieron al Cristo acompañados de la Banda Municipal de El Espinar, a ritmo de jotas y dulzaina y tamboril.