Los soldados estadounidenses destacados en Irak volverán a casa en dos meses. Y es que el presidente de EEUU, Barack Obama, anunció ayer la retirada completa de las tropas antes de fin de año, una operación aprobada en 2008 y confirmada por el dirigente, que subrayó que con esta acción «la guerra en esa nación habrá acabado tras casi nueve años».
El inquilino de la Casa Blanca detalló que, de acuerdo con el Gobierno de Bagdad, se ha decidido el regreso de los cerca de 40.000 soldados estadounidenses que aún permanecen en territorio asiático y agregó: «Ya puedo decir que nuestros soldados estarán en sus hogares esta Navidad».
«Tras una década de guerra, el país que debemos construir y construiremos es el nuestro», apuntó Obama.
Después de la retirada, EEUU mantendrá con Bagdad «una alianza firme y duradera» y la relación normal entre dos países soberanos, apuntó Obama, que agregó que el primer ministro iraquí, Nur al Maliki, viajará a Washington el próximo diciembre.
El presidente estadounidense aseguró que la salida se produce «desde una posición fortalecida» de EEUU y apuntó que, una vez concluida la guerra en el país, se proseguirá con la marcha ya iniciada este verano en Afganistán y que está previsto que se complete en 2014.
Inicialmente, EEUU aspiraba a mantener un contingente de cerca de 5.000 militares después del 31 de diciembre en Irak, para desarrollar misiones de formación y operaciones especiales, pero no se llegó a un acuerdo con Bagdad.
En la actualidad permanecen en el territorio asiático cerca de 40.000 soldados estadounidenses, después de que en septiembre del año pasado concluyera la retirada de las tropas de combate norteamericanas.
Con su salida definitiva, Washington concluirá una guerra comenzada con la invasión de Irak el 20 de marzo de 2003 con el objetivo inicial de derrocar al régimen de Sadam Husein.
