Como en todos los deportes de élite, llegada la primavera los rumores acerca de altas y bajas en los distintos equipos se disparan, y en el caso del balonmano no son pocos los clubes que directamente informan de determinadas bajas en sus equipos, un buen número de jornadas antes de que acabe la competición.
Sin embargo, en el caso del Balonmano Nava no suele ser así. El club suele esperar a tener cubiertos sus objetivos (o incluso un poco más allá) antes de anunciar cualquier novedad en su plantilla, buscando siempre la estabilidad. Y, en una temporada tan complicada como la 20/21 no se iba a ser una excepción.
Sin embargo, que las negociaciones no salgan a la luz no significa que no se produzcan, porque tanto jugadores como club tienen que buscar su futuro, y ahora que el equipo navero tiene prácticamente firmada su continuidad en la máxima competición del balonmano nacional, el Viveros Herol Nava puede planificar ese futuro con una mayor tranquilidad.
Con Zupo, cuando esté todo hecho
La primera intención del club es la de asegurarse la continuidad de Zupo al frente del banquillo. La experiencia del técnico y la manera que ha tenido de llevar al equipo desde los puestos de descenso hasta los de la salvación era precisamente lo que estaba buscando el Balonmano Nava cuando le incorporó en los últimos partidos de la primera vuelta, y aunque el técnico siempre ha vinculado la negociación de su continuidad a la salvación del equipo, es un hecho que el club quiere que siga. Otra cosa es que se llegue a un acuerdo económico…
Dos veteranos que se despiden
En el apartado de la plantilla, de cara al curso 21/22 el vestuario navero perderá a dos de sus pesos pesados, ya que tanto Yeray Lamariano como Álvaro Seabra no continuarán en el equipo y la afición trabaja en una despedida acorde con la calidad deportiva humana que ambos han demostrado a lo largo de los años.
Yeray llegó al Balonmano Nava al inicio de la temporada 2014/15, con el equipo segoviano en la División de Plata y procedente de un Balonmano Valladolid en plena descomposición. En sus primeros meses en Segovia recuperó sus ganas de competir, y cuando se marchó al Ademar de León mediada la temporada, su despedida pareció más un ‘hasta pronto’ que un adiós.
Así fue, puesto que el eibarrés volvió a Nava de la Asunción en la campaña 17/18 con la intención de ascender al equipo ya dirigido por Dani Gordo hasta la Liga Asobal. Su compromiso con el club ha sido extraordinario, siendo uno de los nominados a Mejor Portero de la Asobal en la pasada temporada. En la presente, tras su lesión perdió protagonismo bajo los palos en buena medida por el gran trabajo de Dzmitry Patotski.
Álvaro Seabra es el jugador extranjero que más partidos ha disputado con el Balonmano Nava, tanto que ya es considerado uno más de la familia después de sumar casi cuatro años en el equipo segoviano, de donde llegó procedente de Hungría. Fue una de las piezas fundamentales del ascenso a la Asobal, y lo ha seguido siendo en los años en la máxima competición. Por su experiencia en la cancha, y por su forma de hacer las cosas fuera de ella se ha ganado el cariño de la hinchada navera, que aún tendrá un partido más para disfrutar de ambos jugadores, el que el Viveros Herol Nava disputará en casa frente al Anaitasuna el 30 de mayo.
