Como demócrata respeto claramente las movilizaciones ciudadanas para reclamar mejoras, pero el ‘trío de Colón’ no se les ve con ese fervor patrio en la defensa de la sanidad o educación pública, en las movilizaciones de los trabajadores o incluso en el de los pensionistas, y menos en las contrarias a la violencia de género o a favor del colectivo LGTBI+. Solo se reúnen para agitar banderas (muchas preconstitucionales) al son que marca la ultraderecha para emplear las más fervientes ‘soflamas antisistema’, con tal de atacar al gobierno progresista y al presidente Sánchez. Solución ninguna y a Casado le abucheaban incluso, pero es rehén de la ultraderecha. Por cierto, el manifiesto leído, plagado de falsedades, mentiras y exageraciones, como nos tienen acostumbrados, para azuzar odio.
Pero si algo ha demostrado que ‘han pinchado’ el domingo en Colón, incluso con el contenido de nuestra Carta Magna, ha sido cuando en las filas del PP han puesto en entredicho la figura del Jefe del Estado, el rey Felipe VI. También son anticonstitucionales, cuando ‘enseñan la patita’ o no renuevan los órganos pendientes. Si esas afirmaciones las hubiera realizado cualquier dirigente socialista, hubiera esta semana llenado editoriales, portadas, análisis sesudos, amenazas de que se rompe el país, roturas constitucionales, etc. pero claro, la mordaza de opinión existe, para algunos. Por cierto, al salirse del Pacto antitrasfuguismo, el PP se retrata y demuestra que están fuera de consensos constitucionales básicos.
Pero estos días tienen otros hitos importantes para la ciudadanía, como la votación en el Parlamento Europeo, sobre la negociación para la liberación de patentes de las vacunas contra el coronavirus, con el voto en contra de las derechas. Luego harán demagogia, pero ante la terrible pandemia mundial que vivimos por el Covid-19, se ponen de lado de las grandes farmacéuticas y poco del lado de la ciudadanía, aunque eso no sorprenda a casi nadie, ya que es su modus vivendi. ¿Es fervor?
Pero si algo ha demostrado que ‘han pinchado’ el domingo en Colón, incluso con el contenido de nuestra Carta Magna, ha sido cuando en las filas del PP han puesto en entredicho la figura del Jefe del Estado, el rey Felipe VI.
Hoy miércoles estará en Madrid la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, para comunicar el resultado positivo de la evaluación de los planes nacionales de recuperación, siendo nuestro país de los primeros en recibir la aprobación de la hoja de ruta de reformas e inversiones para salir de la crisis. Esto supondrá que en julio llegarán los primeros fondos europeos, de los cuales España recibirá casi el 25% del dinero en 2021, unos 19.000 millones. Esto debería servir para demostrar ‘altura de miras’ de todos los líderes políticos, para defender y apoyar esta magnífica noticia para los intereses de la ciudadanía española. Esto sí que es ‘fervor patriótico‘. ¿Lo veremos?
Pero esta semana, concluyo con un hecho que ha consternado a la sociedad española en cada rincón, cuando conocimos el caso de violencia de género con el hallazgo del cadáver de Olivia, la niña de 6 años asesinada en Tenerife por su padre, y el presumible de su hermana Anna, de un año, como plan establecido para causar el mayor daño posible a su madre. Es insoportable realmente tanta violencia, pero cada día es más acuciante aislar democráticamente a quienes lo amparan, no lo reconocen, lo quitan importancia o incluso banalizan, como hace la ultraderecha.
(*) Diputado del PSOE por Segovia.
