Llegó junio y con la vuelta a la normalidad tras dos años de pandemia las romerías han recuperado la calle y el fervor mariano de los segovianos se ha visto en las numerosas celebraciones religiosas que tuvieron lugar el pasado fin de semana, con la veneración de los pueblos a sus patronas a lo largo de la geografía segoviana. Han sido días de fiesta, una fiesta esperada casi con ansia, en la que se mezclan la devoción hacia la Virgen y la alegría del reencuentro con vecinos y visitantes en torno a un evento tradicional y popular como son las romerías.
Los vecinos de Bernardos llevaban dos años preparados para el evento del decenio, la Subida de la Virgen del Castillo, que se celebra cada diez años en la localidad, en los acabados en 0, y que por fin se ha podido celebrar, en el año en esta romería ha sido declarada Manifestación Tradicional de Interés Cultural Provincial. Las calles de Bernardos se vieron ayer desbordadas de gente, que acompañaron a su Virgen en el recorrido por calles y plaza, hasta su ermita, flanqueada a su paso por seis arcos adornados con más de cuarenta y dos mil flores en total.
Los carbonerenses también se reencontraron en la calle, en una explosión de júbilo y devoción hacia la Virgen del Bustar, que después de más de un año en la iglesia de la localidad regresó a su ermita, y el sábado fue adorada por los miles de fieles que se congregaron en torno al santuario, donde un año más no faltaron los tradicionales castillos humanos.
Los briqueros se trasladaron ayer a la ermita de la Virgen del Pinar de Cantalejo, a tres kilómetros del casco urbano, donde honraron a su patrona al son de la música de dulzaina y tamboril. Los quintos sacaron a la Virgen en andas, pero aunque acompañan toda la procesión no llevan la imagen en todo el transcurso de la procesión, ya que se subastan los palos para trasladar la talla. Se realizan tres veces, una al inicio, otra a la mitad de la procesión y una al final, en el momento de entrar de nuevo en el templo. Hoy lunes, el día propio de la celebración, se llevará a cabo una procesión más larga, en este caso el recorrido llega a un pinar cercano. Ayer se bailaron jotas y bailes tradicionales frente a la talla de la Virgen, y algunos briqueros fueron ataviados con el traje tradicional segoviano.
Nuestra Señora del Soto es la advocación que se venera en el núcleo de Revenga, dependiente de Segovia. El sábado, como anticipo de la romería, hubo vísperas en la iglesia y canto de la salve. Y ayer fue el día de la procesión con la imagen hasta su ermita. El recorrido es corto, unos 700 metros, pero se suele tardar unas tres horas. Los paloteos retardaron el paso. Y no faltaron las subastas finales, ni los cánticos sinceros a la Virgen.
La romería de la Virgen del Pedernal es uno de los momentos más especiales en el calendario de los vecinos de Basardilla. Unos días antes de la romería, se traslada a la Virgen desde la ermita a la iglesia del pueblo y se reza un novenario. El sábado llegó el día de fiesta con la popular procesión, en la que se bailaron jotas y se devolvió la imagen a la ermita. La jornada continuó con una misa, una comida de hermandad, un concierto en el interior de la ermita, una procesión por la pradera y bollos y vino dulce ofrecidos por la cofradía.
Aunque cada romería tiene sus peculiaridades, todas ellas presentan unas características comunes: la concurrida misa en la ermita; la procesión, con subasta de los palos de las andas; las jotas segovianas, siguiendo el ritmo marcado por la dulzaina… Además, está muy difundida una leyenda que dice que la imagen de la Virgen fue escondida a causa de la invasión musulmana, apareciendo siglos después de manera milagrosa a algún humilde pastor…
La provincia se fue el pasado fin de semana de romería. En cada rincón de Segovia, los romeros llenaron las calles en torno a sus patronas, a las que agradecieron el haber podido reencontrarse.
