El español David Ferrer se clasificó ayer por segunda vez en su carrera para semifinales de Roland Garros tras barrer de la pista a su compatriota Tommy Robredo (6-2, 6-1, 6-1), que acusó sobremanera el cansancio acumulado después de tres partidos muy duros.
El gerundense venía de encadenar tres remontadas ante Igor Sijsling, Gael Monfils y Nicolás Almagro, acusó el esfuerzo frente a un rival que, por contra, se mostró muy fresco de piernas y no tuvo piedad de su compatriota para repetir el resultado del año pasado, cuando alcanzó la penúltima ronda en la capital gala. El alicantino disputará así la sexta semifinal de ‘Grand Slam’ de su carrera en busca de su primera final.
Su próximo adversario será Jo-Wilfried Tsonga, que a buen seguro deberá rendir a gran nivel para superar a un Ferrer que continúa inmenso en este Roland Garros. Si en octavos cedió cinco juegos contra Kevin Anderson, a Robredo le dejó en cuatro en un partido que duró hora y media.
El de Jávea, que acumuló 26 golpes ganadores, jugó todo el partido muy metido en la pista, agobiando continuamente a un oponente que solo tuvo una oportunidad de ‘break’ que, además, no pudo aprovechar. Todo lo contrario que Ferrer, que sumó siete roturas de servicio para redondear una actuación incontestable. «Estoy listo para la siguiente ronda. Es mi segunda semifinal en Roland Garros y es un momento muy importante para mí», indicó.
Por su parte, el francés Jo-Wilfred Tsonga eliminó (7-5, 6-4, 6-3) al suizo Roger Federer, en tan solo tres mangas. El jugador de Le Mans se enfrentaba a una histórica oportunidad de otorgar al público francés la posibilidad de ver a un compatriota en semifinales, y no dejó pasar ese tren.
En el primer set no se pudo presagiar la debacle del helvético, cuando en el quinto juego consiguió romper el servicio de su contrincante para tomar ventaja. Pero Tsonga no se vino abajo y, no solo igualó, sino que amarró el parcial.
El galo, llevado en volandas por la grada, empezó el segundo set muy enchufado. Pronto se puso con un 3-0 y puso al de Basilea contra las cuerdas.
Nada más comenzar la tercera manga, el local pareció dar la puntilla a Federer con una ruptura, pero éste reaccionó. Sin embargo, Tsonga siguió a lo suyo, en un día que sabía que no podía fallar, y con dos ‘breaks’ cerró el partido para citarse con David Ferrer en semifinales, en un duelo entre dos jugadores que aún no han cedido ni un solo set en lo que va de torneo.
