El cineasta, productor y guionista Fernando Trueba recibió ayer, en el 63 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el Premio Nacional de Cinematografía 2015, donde reclamó a políticos y gobiernos “libertad y protección” para la cultura. El acto de entrega del galardón tuvo lugar en el museo San Telmo de la capital guipuzcoana y contó con la participación de numerosas autoridades, entre ellas, el ministro de Cultura, Iñigo Méndez de Vigo, el delegado del Gobierno central en Euskadi, Carlos Urquijo, el alcalde de la ciudad, Eneko Goia, la directora del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales, Lorena García, y el director del certamen donostiarra, José Luis Rebordinos.
Tras recibir este reconocimiento, dotado con 30.000 euros, a su trayectoria profesional y su labor en defensa de la profesión cinematográfica, Trueba (Madrid, 18 de enero 1955), señaló que lo primero que pensó cuando le anunciaron que iba a recibir este galardón fue que no era “la persona indicada, y no por modestia”, ya que tiene “un ego como una casa”, sino por que “los premios, a su juicio, hacen a la gente más débil, más tonta y más vieja” y por eso le dan “cierto miedo”, ya que pueden resultar hasta “peligrosos”.
Además, confesó tener “un conflicto tremendo” con la palabra nacional, que no le gusta “nada”. En este sentido, señaló que su “primera palabra favorita del diccionario es precisamente ésa, nada, y la segunda desertor”, ya que nunca “ha tenido un sentimiento nacional” y “siempre” pensó que si hubiera una guerra en este país “iría con el enemigo en este caso”.
“Cuando leía la historia siempre decía qué pena que España ganó la guerra de la Independencia, a mí me hubiera gustado muchísimo que ganara Francia”, ironizó, para, a continuación, considerar que sería “medio incorrecto” que le den un Premio nacional. “Siempre he estado a favor de que hay que destruir las fronteras no crear nuevas”, apuntó.
Trueba aprovechó la ocasión para pedir “a los políticos, gobiernos y partidos, a todos, no sólo al PP, libertad y protección, porque muchas veces a lo que se dedican los gobiernos y el Estado es a controlar, a castigar, a vigilarte, en vez de a defenderte y a crear los espacios para la libertad”.
