Cuando el frío imponía encoger el cuerpo, allá por el mes de enero, el posible cambio de denominación de la Avenida de Fernández Ladreda se colocó en el centro del debate político. Ahora, con el termómetro sudando por el calor, el asunto continúa en la palestra. Entre ambas fechas —casi seis meses— han ocurrido numerosos episodios de esta historia. El primero (30 de enero), la aprobación por parte de la corporación de Segovia (gracias a la ausencia de un concejal popular, José Antonio Garvía) del cambio de nombre, que pasaría a denominarse ‘Avenida del Acueducto’. El segundo, un mes después (27 de febrero), la paralización del expediente, a raíz de una moción presentada por Javier Arranz, en esa fecha concejal no adscrito, que contó con el apoyo del PP. Tras el monumental rifirrafe de aquella sesión, el cambio del nombre de esa calle quedó relegado a un segundo plano, pero no olvidado.
Ahora, cuando se aproxima la finalización del plazo de seis meses de suspensión del primer acuerdo, solicitado por el PP, Clara Luquero quiere sacar el tema del cajón y ponerlo otra vez encima de la mesa, sabedora de que composición de la nueva corporación municipal (12 concejales del PSOE, 8 del PP, 2 de Ciudadanos, 2 de UPyD y 1 de IU) allanará la tramitación del expediente. De hecho, la alcaldesa anunció, entre las medidas a llevar a cabo durante los primeros cien días de gobierno, el cambio de denominación de las calles dedicadas a franquistas, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
En cualquier caso, quienes se oponían hace medio año al cambio de nombre de la Avenida de Fernández Ladreda continúan defendiendo esa tesis. Es el caso de Concepción Díez, impulsora de una recogida de firmas que sumó 204 rúbricas contra la medida —entre ellas, la del exalcalde Pedro Arahuetes—. “Sigo pensando —señalaba ayer Díez— que es un gasto extraordinario que no merece la pena. ¡Con la cantidad de necesidades que tiene Segovia”. Díez no se muestra ahora dispuesta a emprender otra campaña, ya que Luquero “tiene la determinación de cambiar el nombre a esta calle y, con el apoyo de esta corporación, lo va a lograr sin problemas”. En cualquier caso, Díez sí quiere hacer una reflexión, la de que “los pueblos tienen que aprender de su historia, no intentar borrarla”. En ese sentido, pone como ejemplo Alemania, país que “no niega” las barbaries que cometió durante la Segunda Guerra Mundial. “Las nuevas generaciones deben saber lo que se hizo mal en el pasado, para no volverlo a repetir”, insiste Díez, quien concluye lamentando, en otro orden, el “trastorno económico” que va supondrá el cambio de nombre de la Avenida de Fernández Ladreda para las empresas allí radicadas.
Trastorno es la palabra que también empleó ayer el presidente de la FES, Pedro Palomo, a la hora de explicar las consecuencias del cambio de nombre de dicha calle, “la arteria comercial más importante de Segovia”, ya que según desveló es la que cuenta con mayor número de sedes de empresas, que deberían realizar numerosos trámites, con la inversión correspondiente, para cambiar su dirección. Sin querer entrar en controversias con nadie, Palomo dijo tener la idea de que Fernández Ladreda era “un técnico más que un político” y que “no le debería afectar la Ley de Memoria Histórica”, cuyo cumplimiento defiende el presidente de la FES.
Desde el PP, su portavoz en el Ayuntamiento, Raquel Fernández, también dijo ayer que, “como no podía ser de otra manera, estamos por el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica”, si bien advirtió que su partido vigilará para que esté “escrupulosamente justificado” el motivo del cambio del nombre de una calle. Para Fernández, en la anterior legislatura, ese expediente “se tramitó muy rápidamente” con objeto de cumplir el pacto PSOE – IU, y “no se justificó el cambio”. La líder popular insistió en que su grupo no está en contra de los cambios de nombres de calles, recordando que sí apoyó el de la Plaza del Alto de los Leones por Plaza de la Universidad. “Pedimos, sobre todo, rigor. Queremos expedientes bien documentados antes de tomar la decisión”, agregó.
Desde Ciudadanos, su portavoz en el Ayuntamiento, María José García Orejana, se limitó a señalar que “si la ley obliga a cambiar nombres de calles, hay que hacerlo”. No obstante, ella defendió que, a fecha de hoy “no consideramos que sea un asunto prioritario para Segovia”.
Fuentes de UPyD indicaron que el partido magenta propusó, hace ya tiempo, que la Avenida de Fernández Ladreda pasase a llamarse de Adolfo Suárez, en memoria del expresidente del Gobierno. “Aunque somos conscientes que ya se le ha dedicado una plaza en Segovia, creemos que la vía adecuada para llevar su nombre es Fernández Ladreda, y así lo defenderemos cuando proceda”, anunciaron.