Se celebró el anunciado y aplazado festival taurino de Valsaín, que tuvo que posponer la inicial convocatoria del 28 de abril por inclemencia climatológica. Se mantuvo el mismo cartel y sobre todo como efeméride histórica el debú como caballero en plaza del nuevo rejoneador segoviano Pablo Martín de la Fuente.
El ganado correspondiente a dos ganaderías segovianas, Angela Rodríguez de Arce y Hermanas Marín Trigueros, respondió adecuadamente en mayor o menor medida.
PABLO MARTÍN DE LA FUENTE. Tras el fiasco del pasado año cuando estando anunciado en el festejo del barrio de San Lorenzo, tuvo que desistir el anunciado debú como consecuencia de la fractura de una muñeca dos días antes, en esta ocasión hizo su presentación ante público como oferta interesante y emotiva del rejoneo segoviano. Feliz debú, pues demostró cualidades innatas, técnica, magnífica monta, excelente cuadra de caballos y gran ilusión y temperamento.
Tras sufrir una cogida al inicio de su labor, sin mayores consecuencias, se centró en el toreo e caballo, llevando a cabo una demostración de gusto caballista y torero, firmeza, serenidad y predisposición. Hubo algo tangible: en todo momento intentó realizar las cosas con gusto, elegancia y ortodoxia. Clavó a una mano rehiletes en las suertes del quiebro, estribo y pitón contrario. Galopó a dos pistas con solvencia y fue muy justamente ovacionado por sus evoluciones de alto nivel. Le falta oficio sobre todo en la colocación de los hierros, cuestión que se solventa con la práctica.
DAVID LUGUILLANO. Cuarenta y cinco años de edad, condición física excelente, planta torera de cartel de toros, técnica, estética y torería, mucha torería, ¡ ah! Y personalidad. Magnífico toreo a la verónica entre ovaciones. Precioso quite abrochado con revolera. En redondo, muletazos de trazado largo y templado, compuesta la figura y ligando las series. Toreo de alta consideración. Faena de finos conceptos al gusto del buen aficionado. Tras unos naturales escasamente ligados, retornó al pitón bueno para sacar nuevos pases de honda ejecución y exquisitos por la prestancia torera. Cortó una oreja.
EMILIO DE FRUTOS. Mantiene las constantes de torero de calidad. Excelentes a aclamados lances de saludo abierto el compás. Derechazos iniciales para plantarse ante la res y torear con suprema elegancia. Llendo a mejor y templando una enormidad, cuajó faena de encaje y muy buen gusto. Los naturales en menor dimensión. Luego refrendó el toreo en redondo con otras dos tantas de mucha prosopia y transmisión emotiva. Estocada y dos orejas.
RAFAEL DE JULIA. Novillo algo quedado y con escaso recorrido. Dos buenos lances del madrileño. La cara alta y el torero obligado a someter a su antagonista dejando algo de lado el toreo de mano baja. Lució en el porte y la calidad que posee este diestro de muy elevados valores estéticos. Al natural bordó el toreo en series de exquisita componenda. Extraordinario ese mayestático hacer con la muleta en pases de perfecta elaboración. Fue ovacionado.
JAVIER HERRERO. Enorme, grande y elocuente el cuellarano. Buenos lances con sitio y quietud. Brindó su faena al maestro Joaquín Bernadó presente en el callejón de la plaza. Pulsa bien la embestida del astado, lo lleva toreado en pases en redondo, baja la mano, elegante la aportura y ligando. Bueno el toreo ofertado y el público entregado a la labor del torero. Los olés sonaron con fuerza y devoción. Al natural magnífica composición de muletazos, plenos de sensibilidad, plasticidad y corte clasicista, que ya ew decir. Le vimos con renovados impulsos toreros, muy cuajado, muy hecho, muy torero. Cortó dos orejas.
DAVID GARZÓN. El novillero triunfador del I Bolsín Taurino de «Las Contentas», se las vio con un novillo algo manso y de incierta embestida. De hecho fue cogido sin consecuencias. Entonó el valor que le acredita como novillero con buen futuro, toreó aportando serena firmeza y voluntad de éxito, consiguió momentos interesantes con muletazos largos y mandones y en conjunto la faena mereció plácemes y enhorabuenas. Fue ovacionado.