El profesor Sergio Calleja es nominado a los premios EDUCA Mejor Docente, conocidos como los ‘Goya de la educación’. No es la primera vez que es nominado a estos galardones, ya lo fue en el curso 2018 y terminó entre los diez finalistas.
En estos premios los profesores son propuestos por los estudiantes y las familias del alumnado (en el caso de Educación Infantil o Primaria).
Segio Calleja, profesor del Colegio Marista de Segovia, vive esta nominación con mucha ilusión y mucha responsabilidad. “Que los alumnos crean en mí y valoren mi trabajo es una gran satisfacción. No soy mejor que nadie. Yo soy feliz en el aula, creo en mi trabajo, creo en al educación y creo en los jóvenes y adolescentes. Ser profesor es el lugar que quiero ocupar en el mundo. Entiendo la educación como arma cargada de futuro. Cada día que entro en el aula siento la responsabilidad de mejorar el mundo”, dice con entusiasmo este segoviano de adopción.
Tras finalizar el proceso de envío de propuestas, la organización de los premios realiza una primera selección en función de los comentarios volcados por los proponentes y el número de propuestas recibidas por cada docente. Después de un proceso de valoración se elabora un ranking con todos los docentes y se saca una lista de 10 finalistas en cada una de las categorías en base a los méritos establecidos por los proponentes y cotejados por los enviados por el profesor. EDUCA publicará los 10 finalistas con lo más destacado de su currículo y el día 10 de enero desvelará la puntuación de cada uno. La entrega de premios se hará durante la celebración del 6º Congreso Mundial de Educación.
La candidatura de los alumnos cobra ahora especial valor porque en estos tres últimos cursos de “olas”, pandemia y postpandemia la tarea educativa ha resultado complicada y el sistema educativo ha quedado muy “tocado” y cuestionado, según Calleja. “Creo —añade—que debemos vivir el nuevo curso 22-23, a punto de comenzar, como un reto ilusionante. Es momento de resetear y volver a soñar. Un nuevo comienzo”.
Reconoce que el panorama no es muy favorable, porque en este año lectivo conviven dos leyes: los cursos pares seguirán con la ley actual y los cursos impares estarán sujetos a la nueva ley educativa LOMLOE. Es una ley muy cuestionada, sin consenso y con muchas fisuras, sin embargo, “considero que también es una oportunidad, con aspectos interesantes que pueden mejorar la educación, donde se apuesta por lo competencial y donde el alumno es el protagonista de su propio aprendizaje”, comenta el docente. Cree Calleja que los profesores tienen el reto de diseñar situaciones que provoquen en el alumno una verdadera experiencia de aprendizaje. Buscando siempre la perspectiva más positiva, el candidato a los ‘Goya’ del magisterio indica que la nueva ley deja mucha libertad a los profesores para que “seamos creativos en el diseño de nuestras asignaturas, en la metodología y en la evaluación. Queda mucho por hacer.”
Antes de llegar a las vacaciones de verano que están a punto de concluir, Calleja reflexionaba sobre los desafíos del nuevo curso: educar en el presente, humanizar la educación, provocar, educar en el cuidado y ser portadores de sentido. Es complicado pero, sin duda, retador y muy ilusionante.
Este profesor de Filosofía, Literatura y Latín, recita su propio credo: “Creo en una escuela donde el alumno sea libre, se cuestione y se interrogue. Creo en una escuela donde sea más importante la pregunta que la respuesta, donde cada alumno salga transformado del aula, vaya desarrollando sus potencialidades y descubriendo quién es. Esto es lo que intento hacer desde cada una de mis asignaturas”.
