Al igual que pasó a enero, la sexta ola ha marcado el devenir del mes de febrero. Al contrario que ese primer parcial del año, que mostró una tendencia ascendente, el segundo contabilizó descensos en todo el periodo en sus cifras de contagiados por covid-19.
De esta forma, es atinado decir que este mes ha visto la remisión de la sexta ola, que aunque todavía sigue dejando medio centenar de casos diarios a finales de enero contabilizaba varios centenares de positivos todos los días.
La sexta ola ha sido la más inesperada, con el permiso de la primera, y la que mayores tasas de incidencia ha dejado de toda la serie epidemiológica. Como ya pasó con la tercera, Segovia ha sido de las provincias más afectadas de toda Castilla y León, marcando récord de contagios y dejando también numerosas muertes.
En cuanto a los contagios, febrero dejó en la provincia un total de 2.819 positivos, un 78% menos que enero, que remitió 12.827. Puesto así parece que el segundo mes del año ha sido excelente, pero no es oro todo lo que reluce. Dejando fuera los meses de la primera ola por las dudas sobre sus datos, febrero se sitúa como el cuarto peor mes en contagios de toda la serie histórica.
Los datos no son buenos, ni siquiera regulares, pero al venir de enero que marcó récord absolutos, los datos de febrero quedan opacados, pareciendo mínimos. Esta reducción del 78% es de las más acusadas de toda la serie. Esto es debido a los extraordinariamente malos datos de enero y no significa que los de febrero sean buenos, que no lo han sido.
Como ya se indicaba antes, la evolución de los casos ha sido descendente, con pendientes muy acusadas durante todo el mes. La caída ha sido sostenida y los descensos han provocado que marzo se inicie con datos que apenas suponen el 25% de los casos que se remitían al comienzo de febrero.
En la última semana parece ser que la incidencia ha frenado su ritmo de caída, aunque está por ver si esta es una situación temporal para después seguir cayendo con fuerza o en verdad está marcando un aplanamiento de la curva. Esta misma situación ya se dio durante la tercera semana de febrero, cuando los casos no bajaron con la fuerza de pasadas semanas, pero tras las primeras dudas el siguiente parcial volvió a marcar un gran decrecimiento.
Como ya se ha advertido antes en análisis anteriores, el coronavirus suele presentar evoluciones estables, pero de vez en cuando sorprende a propios y extraños con algún dato sorprendente. Mejor para todos que los datos mantengan losdescensos y no empiecen a subir en un momento en que la sexta ola todavía está lejos de terminar.
En el repaso a la mortandad se puede sacar una conclusión parecida a la que se ha realizado con los contagios, malos datos en general pero que puestos al lado de los de enero parecen moderados.
Febrero dejó nueve muertes relacionadas con el covid-19, ocho acaecidas en el Hospital General y otra más en una residencia de mayores.
Estas nueve muertes rebajan bastante la cifra de enero, que remitió 21. Febrero se convierte en el segundo periodo con más defunciones por covid-19 tras la tercera ola y en el noveno de toda la serie, empatado con mayo de 2020.
De las nueve muertes remitidas durante el mes, siete se dieron durante los primeros quince días, por dos en la segunda quincena. Marzo ya iguala con dos esta última parte de febrero, aunque se espera que en global reduzca los malos datos de su parcial precedente.
A pesar de la baja letalidad del coronavirus, las muertes siguen siendo demasiadas, más cuando Segovia alcanza el 80% de la población vacunada con la pauta completa y el 55% con la tercera dosis. La pandemia no parece dispuesta a bajar su apuesta, para desgracia de todos.
