Una vez reposados los datos se puede decir con claridad que febrero ha cumplido las mejores previsiones: un descenso de los datos tan vertiginoso que ha revertido casi al completo el ascenso registrado en enero. Febrero vio descender todos los registros de una forma rápida y sostenida desde el inicio del mes, ayudado por una escasa movilidad fruto de las restricciones y de algunos periodos de bajas temperaturas.
La incidencia no deja lugar a dudas, febrero ha rebajado las cifras de contagiados en 4.368 positivos, ya que contabilizó 1.164 infectados por 5.532 de enero. Esto supone una reducción respecto a enero del 79%, la mayor rebaja en el número de casos cuantitativa y porcentual desde que apareció la pandemia.
Y sin embargo, no se puede cantar victoria. ¿Por qué? Fácil, enero fue tan mal mes que hizo palidecer las cifras de todos los parciales de después de la primera ola, pero por desgracia la incidencia de febrero todavía es muy parecida a la registrada en plena segunda ola, en especial a septiembre (1.182 contagiados) y noviembre (1.124). Por tanto, cautela.
Si se quiere tirar de optimismo hay que revisar la evolución semanal, mucho más amable y que augura un futuro mucho más halagüeño. La tendencia es claramente bajista hasta el punto de que todas las semanas de febrero han rebajado los datos de su precedente. Se prevé que se mantenga en marzo.
De hecho, la última semana del mes dejó el segundo mejor número de contagiados desde principios de agosto, con 97 casos, solo superada por la semana que abrió diciembre, que contabilizó 69 positivos.
De esta forma, la primera semana de febrero registró 650 casos (92,9 positivos de media por día), la segunda contabilizó 346 (49,4 casos/día), la tercera dejó 171 (24,4 casos/día) y la última 97 (13,9 casos/día).
Las perspectivas no pueden ser mejores y hacen soñar con una reducida incidencia que pueda traer un relajamiento de las medidas restrictivas a lo largo de marzo. El punto negativo lo puso la cifra de muertes, muy influenciada por la gran incidencia que se dio a finales de enero, justo antes de que la curva empezara a descender.
De esta forma, febrero contabilizó 33 fallecidos, siete entre usuarios de las residencias. Como en el caso de los contagios, la cifra se ha ido relajando a medida que avanzaba el mes, produciéndose 26 en la primera quincena y siete en la segunda.
Como dato positivo, estas 33 muertes rebajan con claridad a las 63 contabilizadas en enero.
