El Colegio de Farmacéuticos y el Colegio de Médicos de Segovia se propusieron un reto conjunto hace tiempo y en la tarde del lunes el objetivo de una jornada común que congregara a profesionales de los dos sectores y que aportase conclusiones a unos y otros quedó más que cumplido. En el Hotel San Antonio El Real y gracias al patrocinio de los laboratorios Sanofi, Javier Alcaraz (presidente de los farmacéuticos) y Enrique Guilabert (presidente de los médicos) consiguieron congregar a un centenar de compañeros que pusieron en común dudas y escucharon atentamente las cinco ponencias programadas para esta jornada titulada ‘Dos colectivos, un reto; receta electrónica’. La reciente implantación de la tecnológica receta en la provincia de Segovia sirvió de excusa “para un encuentro oportuno por muchas razones”, según Guilabert, que permitió “una sola mirada desde los dos lados de un prisma”, como anticipó Alcaraz.
Como ponente significante, el encuentro contó con la presencia de Rafael Sánchez Herrero, director general de Investigación e Innovación e Infraestructuras de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, quien desveló que desde la implantación del sistema en El Espinar la semana pasada, ya hay más de 200 pacientes incluidos en la red de receta electrónica y han sido dispensados 709 envases de medicamentos en apenas siete días. “Es un magnífico dato; nos ha sorprendido mucho”, manifestó Sánchez Herrero, quien centró su ponencia en el sistema Medora y procuró convencer de sus virtudes y ventajas a unos ‘algo’ escépticos médicos, a los que aún no se les olvida el refrán que ellos mismos inventaron: ‘Medora me demora’.
El director general de Investigación también quiso, al igual que Miguel Ángel Castilla, coordinador del Centro de Salud de Portillo —uno de los centros pilotos en la implantación de la receta electrónica en Castilla y León—, restar miedo al uso de este novedoso sistema de prescripción. “No hay que tener miedo porque es un sistema muy fácil y muy intuitivo”, declaró Castilla, quien también confirmó que desde su implantación “estamos notando que hay menos consultas diarias por motivo de la receta”; una circunstancia que como constató durante su intervención el especialista en Medicina Familiar, Benito de la Hoz, permitirá “saber aprovecharnos y entender que ahora dispondremos de más tiempo para pacientes que realmente lo necesitan”.
El mismo De la Hoz indicó también que “hasta ahora, médicos y farmacéuticos éramos mundos separados”, y que la receta electrónica mejorará las interrelaciones de los profesionales de los dos campos. No en vano, María Jesús Reques, farmacéutica y Secretaria Técnica del Colegio de Farmacéuticos de Segovia, ya se había encargado antes en su ponencia de explicar de qué manera problemas como las recetas incompletas, las recetas con añadidos, o las recetas ilegibles, por ejemplo, se han visto en su mayoría solventados con la informatización y los nuevos sistemas electrónicos, y cómo esto, a la larga, a lo que más contribuye es “a la seguridad del paciente”.
El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Valladolid y secretario del Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León, Juan de Dios Jódar, tampoco quiso perder la oportunidad de relatar su experiencia y explicar a sus compañeros el funcionamiento del módulo de dispensación, mientras que la jefa de Servicio de Prestación Farmacéutica de la Consejería de Sanidad, Judit Ceruelo, se encargó, antes del resto de intervenciones, de poner sobre la mesa el proceso de implantación de la receta electrónica en la Comunidad.
El próximo centro de salud en el que se implantará el sistema de receta electrónica será en el de Sepúlveda, hoy miércoles.
