Los poetas han cantado la figura del Alcázar como la de un barco cuya proa enfila para navegar por la meseta castellana. Menos poética pero más científica es la constatación de que Segovia estuvo bañada por el mar en los albores de la civilización, tal y como evidencia el hallazgo de vestigios en forma de fósiles en zonas muy próximas a la capital. El artista Pablo de Pinini se ha servido de estas dos iniciativas para recrear gráficamente cómo sería el Alcázar rodeado de mar y situar una playa bajo los arcos del monumento romano, en dos imágenes que se han vuelto virales en las redes sociales en los últimos días.
La obra ‘Alcázar 2580 d.C.’ muestra la fortaleza segoviana azotada por las olas en un montaje digital en el que De Pinini emplea como base una obra del fotógrafo segoviano José Luis Martín Mayoral, y en la que el artista hace un guiño a los nocivos efectos del cambio climático que, si nadie lo remedia, pueden hacer que dentro de algunos siglos esta imagen pueda ser real.
Pero Pablo de Pinini ha dado un paso más allá en su imaginación de artista y ayer hacía público otra obra en la que convertía el Azoguejo en una recóndita cala donde el Acueducto sustenta la playa en la que viene a parar –presumiblemente- el mar que rodea el Alcázar a apenas un kilómetro de distancia. El autor titula esta surrealista propuesta como “después de la marea siempre viene la calma”, y en la fotografía editada digitalmente por el artista se ve el Mesón de Cándido con su actual configuración, pero que por su situación podría ser un chiringuito playero.
Pablo de Pinini ha visitado Segovia en varias ocasiones para exponer su obra gráfica. En el año 2018, presentó en el Hotel Eurostar Convento Capuchinos una exposición individual bajo el nombre de “Serendipia”. Una selección de 30 obras, donde cabe destacar doce cuadros abstractos con técnica de acrílico fluido sobre lienzo., y más recientemente ha expuesto en el Rincón del Arte del Restaurante San Marcos su última obra ‘Alma’, con la que obtuvo un importante reconocimiento .
