Al menos 15 civiles fallecieron ayer por disparos de las Fuerzas de Seguridad sirias durante su asalto con tanques a la ciudad de Ksir, en la provincia de Homs. Por su parte, la ONU alertó a la comunidad internacional de que le presidente del país, Bachar Al Asad, continúa su ofensiva contra la población. Así, más de 100 cien personas fueron detenidas, entre ellas 35 menores, en una nueva campaña de arrestos lanzada por el Ejército en la localidad de Idleb, cerca de la frontera con Turquía.
