Álvaro Domecq Romero falleció en la madrugada de este martes en Jerez de la Frontera (Cádiz) a los 85 años. Rejoneador y ganadero de Torrestrella, dedicó su vida al mundo del toro. Recordado por sus éxitos como torero a caballo, después se dedicó a la cría de reses bravas, imprimiendo su sello a una camada de carácter propio y con personalidad.
Domecq nació en Jerez el 8 de abril de 1940 y fue hijo del también rejoneador y ganadero Álvaro Domecq Díez. Debutó en público el 13 de septiembre de 1959 en Ronda (Málaga) y tomó la alternativa el 1 de septiembre de 1960 en El Puerto de Santa María (Cádiz), con su padre como padrino de la ceremonia. Su carrera se prolongó durante 25 años más, pasando a formar partes de los denominados ‘cuatro jinetes del apoteosis’, junto con Ángel y Rafael Peralta y José Sanuel Lupi. Una trayectoria en la que actuó en más de 2.000 festejos.
En su faceta como ganadero, continuó con la ganadería de su padre, Torrestrella, en la finca Los Alburejos, en Medina Sidonia (Cádiz). Crió un toro bravo con identidad propia y reconocida y con casta, que llevó a las principales ferias del panorama nacional, antes de que las figuras de los últimos lustros prefirieran apostar por un tipo de astado más noble.
Este hierro no lidia una corrida completa en Las Ventas desde 2013 (Diego Urdiales, Antonio Nazaré y Eduardo Gallo) y el último toro que saltó al ruedo madrileño fue este año, en calidad de sobrero. Además, la última corrida en plaza de primera que reseñó fue en 2022 en Sevilla. Y es que en 2020 la familia Domecq vendió Los Alburejos a la alemana Nicole Junkermann, trasladando el ganado bravo a la finca El Carrascal, donde actualmente la divisa cuenta principalmente con vacas y algunos machos destinados para festejos populares.
Por otro lado, fundó en 1975 la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre en Jerez, además de crear espectáculos ecuestres como ‘Cómo bailan los caballos andaluces’ y ‘A campo abierto’. Entre los reconocimientos, Álvaro Domecq Romero fue distinguido en 2024 con la Medalla de Andalucía, antes de recibir el Premio ‘Caballo de Oro’ de la ciudad de Jerez y ser reconocido Hijo Predilecto de la misma.
Adiós al último de los ‘cuatro jinetes del apoteosis’
Álvaro Domecq era el último de los ‘cuatro jinetes del apoteosis’ en vida. El cuarteto de rejoneadores, formado por Ángel y Rafael Peralta, el portugués José Samuel Lupi y el jerezano, recorrió numerosas plazas, principalmente en las décadas de los 70 y 80, con un trascendental éxito, que sirvió para dar un nuevo paso en las bases del toreo a caballo, en medio de una época de alta repercusión artística para esta variante de la tauromaquia.
El impacto fue tal que superaron el centenar de festejos, con un balance arrollador de trofeos. Además, sus actuaciones fueron claves en la implantación de la lidia por colleras, con Ángel Peralta como principal impulsor.
Las últimas comparencias juntos en plazas de toros fueron en 2011 en Mejanes (Francia), para conmemorar el 40 aniversario de la famosa Corrida del Rejón de Oro que fundaron en 1971, y en 2016 en Campo Pequeno (Lisboa, Portugal), con motivo de la entrega del ‘Galardao Prestigio’ a Lupi.