La novillada mixta con picadores de Cantalejo inició la temporada taurina segoviana la tarde del pasado sábado, con sol y nubes hasta el tercer novillo y después lluvia intermitente y bajada de la temperatura. Pero el festejo pudo celebrarse con normalidad y la entrada estuvo cercana a la mitad del aforo, más que aceptable por las circustancias concurrentes en la convocatoria.
Presidió José Antonio Sanz, alcalde de la ciudad de Cantalejo. Se lidiaron un novillo de Eladio Vegas, distraído de salida y durante el primer tercio y yéndose arriba y embistiendo con prontitud después. Y cuatro utreros de Hermanos Boyano, terciados y de juego dispar. Flojo y con clase el primero, válido el segundo, bueno el cuarto y encastado y bravo el quinto.
SERGIO VEGAS. El rejoneador vallisoletano mostró pericia y técnica a caballo dada su experiencia . A la inicial deslucida embestida del novillo, le aplicó el sentido lógico del acortamiento de distancia para clavar dos rejoncillos de castigo . Cumplió un buen segundo tercio clavando rehiletes a una mano, cuatro al estribo y uno de excelente ejecución a pitón contrario. Dos palitroques de los cortos y la rosa. Tuvo fases de exhibición ecuestre tras salir airoso de las suertes y tras fallar con el rejón de muerte, echó pie a tierra para el descabello. Palmas tan sólo.
CLEMENTE. El joven galo, de rosa y oro, un rubiales con desparpajo pero carente de oficio por su incipiente torería, lanceó abierto el compás con solvencia y gusto torero. La flojedaz del astado le condicionó el toreo básico, no obstante dejó muestras de cierta clase torera personalizada y valerosa. El inicial toreo al natural dejó patente esa negativa condición de su antagonista, siendo el pitón derecho más potable y por donde lució el toreo en redondo aunque sin ligar las tandas. Al final, por el izquierdo sacó partido en una lograda serie muy aplaudida. Metisaca por los bajos. Ovación.
Al segundo novillo de su lote lo capoteó con dudas. Fue bueno el novillo y el joven galo aportó un alto grado de buen gusto torero con algunas deficientes aplicaciones de los más elementales cánones. Buenos muletazos en redondo, instrumentando el toreo de puro concepto y desigual por el pitón derecho con dos buenas series y en otros casos incertidumbre y dudas. Dos pinchazos, media y estocada entera. Silencio.
IGOR PEREIRA. El bien plantado brasileño afincado en Cantalejo por nexos familiares, Igor Pereira, salió dispuesto al éxito total ante «sus paisanos». De azul rey y oro. El novillo derrotó con estrépito contra un burladero con las consecuencias de un pitón partido. Fue devuelto a los corrales y sustituido por otro de la misma ganadería. Olés para acompañar los lances de saludo. Rehileteó de forma desigual: buenos dos pares y trasero el segundo. Igor impuso su criterio al torear por cercanías, con valor y estética.
Hubo naturales con sentido clásicista y muletazos de buena composición figurativa. Pectorales que cerraban las series, largos y mandones. Se acompañó la labor del torero con olés y música en todo momento. Variado hasta terminar con manoletinas y cobrar estocada entera tras ejecutar un perfecto volapié. Le fueron concedidas las dos orejas. Con el que cerraba plaza, para mi criterio un novillo encastado, bravo y pastueño, lances de hinojos y en pie verónicas con sabor artístico. Tres pares de banderillas de aceptable ejecución. Brinda a su apoderado Carlos Zúñiga. Solvencia torera para entender la brava embestida del burel. Estuvo firme, serio y cabal Igor en la ejecución del toreo fundamental especialmente por el pitón derecho.
Cuajó buena faena pero estropeó su labor con el descabello tras estocada. Hubo palmas para el brasileiro-cantalejano que al final fue paseado en hombros..