Folklore, bailes y danzas. Esto podría resumir el fin de semana que ha vivido Segovia. El pasado viernes, ‘La Esteva’ daba el pistoletazo de salida al XXXIII Festival Folklórico Internacional ‘La Esteva’, uno de los primeros festivales que se han llevado a cabo durante la pandemia. Así, la ciudad sigue la línea de recuperar sus eventos más característicos.
Tras un año de paréntesis a causa de la actual crisis sanitaria, el folklore regresó a Segovia de la mano de la asociación cultural Grupo de Danzas ‘La Esteva’, que ha organizado este espectáculo con la colaboración del Ayuntamiento y de la Diputación Provincial. Pero introdujo algunos cambios con respecto a ediciones anteriores.
Este año, el Jardín de los Zuloaga fue el encargado de acoger la fiesta, en lugar del Azoguejo. A ello se une que, dadas las dificultades para la entrada de extranjeros, solo pudieron asistir grupos de danza nacionales: tres en lugar de uno, como era habitual. Esto no ha hecho “que dejara de llamarse internacional, porque es algo temporal”, asegura la directora del espectáculo, Rosa Velasco.
En esta XXXIII edición, el Ballet Folclórico de Madrid, junto al Grupo Tajaraste, el Grupo Mazantini y el Grupo Folklórico Urdimbre, que representaron a Santa Cruz de Tenerife, Ciudad Real y Ávila, respectivamente, demostraron el valor y la calidad del folklore nacional.
Por su parte, la representación de la provincia de Segovia corrió a cargo del Grupo de Paloteo, de Tabanera del Monte. Todos ellos “son grupos muy consolidados”, en palabras de Velasco.
Otra diferencia es que el festival ya no era gratuito y el público debió adquirir entrada para acudir a las jornadas de las que constaba el Festival. Pese a ello, los segovianos respaldaron el espectáculo, como han hecho durante 32 años.
