El Barcelona finiquitó la eliminatoria de Copa en un cuarto de hora, convirtió el arranque de partido en un ‘pim-pam-pum’ y goleó de nuevo al Almería (5-0) para asomarse, si no lo está ya, a su primera final del año.
Pep Guardiola, que sacó ayer lo más parecido al once de gala que tenía disponible, dijo en la víspera que las semifinales se decidirían en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo. O no se lo creyó ni él o se equivocó por completo.
El encuentro de la próxima semana en tierras andaluzas será, salvo milagro, un puro trámite para los catalanes, el último ensayo copero antes de la final del 20 de abril.
Y eso que salió el Almería con un planteamiento valiente, con la defensa adelantada, presionando en el centro del campo, fabricando transiciones rápidas e incluso disputándole la posesión del balón al Barça. Sin embargo, cuando se quiso dar cuenta ya perdía 3-0.
La culpa la tuvo la eficacia demoledora de los azulgranas en la finalización y la desafortunada actuación de Esteban, que pudo hacer mucho más, sobre todo en los dos primeros goles, cuando se tragó sendos disparos de Messi y Villa.
El argentino hizo el tercero al culminar una asistencia de Iniesta y Pedro el cuarto con un espectacular cabezazo a la media hora. El Barcelona, con un juego menos elaborado que de costumbre, con un fútbol más de contragolpe que de posición, había finiquitado la eliminatoria en un visto y no visto.
Oltra, con un planteamiento osado, casi suicida cuando se tiene delante al todopoderoso ‘culé’, contribuyó al espectáculo, hasta que su equipo bajó los brazos.
Porque el Almería fue tan bienintencionado de medio campo para delante -Goitom y Crusat tuvieron en jaque a la defensa local y pusieron a prueba Pinto en la primera mitad- como cándido de la medular hacia atrás, donde Míchel Macedo, Pellerano y compañía dejaron campar a sus anchas a la delantera rival.
El conjunto andaluz se diluyó tras la reanudación, quizá sabiéndose prácticamente apeado de la primera final copera de su historia. Ya no hubo partido. Los visitantes cerraron filas, retrasaron sus líneas y dejaron que el Barça marcara el ritmo con su fútbol de posesión, velocidad y toque, a ver si podían cazarle en una contra. Tuvieron una, pero Goitom no acertó.
Los minutos restantes sirvieron eso sí, para que Esteban se redimiera con tres buenas intervenciones a tiros de Adriano, Mascherano y Pedro, para que Maxwell enviara otra ocasión al poste y para que el Barça perdonara lo que no había perdonado en la primera mitad.
En los instantes finales, Keita culminó otra obra de arte de Messi para lograr el quinto. Una nueva ‘manita’ para el equipo que está batiendo todos los récords.
