El presidente de Bolivia, Evo Morales, promulgó ayer un decreto supremo por el que nacionaliza cuatro filiales de Iberdrola en Bolivia. En concreto, se trata de las distribuidoras de electricidad Electropaz de la Paz y Elfeo de Oruro, la Compañía Administradora de Empresas Boliviana y la de Servicios Edeser, todas ellas dependientes de Iberdrola.
A través de Iberbolivia, la firma española posee el 89,5% de las acciones de Electropaz y el 92,8% de Elfeo. La primera da servicio a más de 470.000 clientes, de los cuales alrededor del 89% del total son particulares, mientras que la segunda cuenta con más de 80.000 usuarios.
«Nos hemos visto obligados a tomar esta medida para que las tarifas de servicio eléctrico sean equitativas en los departamentos de La Paz y Oruro y la calidad de servicio eléctrico sea uniforme en el área rural y en el urbano», afirmó Morales en un acto celebrado en el Palacio Quemado de La Paz. Acompañado por el vicepresidente, Álvaro García Linera, y el ministro de Hidrocarburos y Energía, Juan José Sosa, indicó que la medida «garantizará el derecho a la electricidad de los ciudadanos en el área rural».
El mandatario criticó el «deficiente y desigual» cobro de las tarifas en La Paz y Oruro y citó que en el área urbana de La Paz un usuario paga 0,63 bolivianos por kilowatio/hora, mientras que en el área rural se paga 1,59 bolivianos por kw/h (más de 17 céntimos), «es más del doble», recalcó.
Tasación
No obstante, el Gobierno boliviano prometió una «justa remuneración» a Iberdrola. «No vamos a actuar de manera arbitraria. Habrá un trato respetuoso hacia el inversionista extranjero, subrayó García Linera, que agregó que una compañía independiente hará una tasación de las inversiones y los pasivos de las firmas expropiadas «en los próximos meses», para luego hallar una «salida» mediante el diálogo.
Por su parte, la eléctrica española señaló que espera obtener «el valor real» de sus filiales en dicho país. La firma que preside Ignacio Sánchez Galán aseguró que todavía no conocía el decreto de nacionalización y esperará a tenerlo para estudiarlo en profundidad y ver la situación en la que quedan sus filiales en el país.
La propiedad de las cuatro empresas nacionalizadas es de Iberbolivia, un holding en el que compañía española tiene una participación del 64% mientras que el 36% restante está en manos de un fondo de inversión en el que participan, entre otros, General Electric y Ericsson.
Por su parte, el Ejecutivo de Mariano Rajoy lamentó la decisión de Evo Morales y expresó su deseo de que «el proceso de evaluación del valor de la empresa nacionalizada se realice con criterios exigentes de objetividad».
