Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE se mostraron divididos ayer sobre cómo responder a la crisis de refugiados y especialmente en torno a la idea de repartir los refugiados en base a cuotas obligatorias, que rechazan de plano los países centroeuropeos, con Hungría a la cabeza. “Europa no tiene el derecho de dividirse frente a un desafío como este”, avisó el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, que dejó claro que “las recriminaciones no van a ayudar a controlar el problema”, en declaraciones a su llegada a la reunión informal con sus homólogos en Luxemburgo.
Alemania junto con Francia insistió en la necesidad de garantizar “una distribución equitativa” de refugiados entre los diferentes países, incluido a través de cuotas vinculantes. El jefe de la diplomacia húngara, Péter Szijarto, consideró “muy injusto” que países de la UE critiquen a Hungría por “defender” la frontera y “cumplir” con las normas que le obligan a impedir la salida de refugiados del país sin antes registrarles y avisó de que “Europa debe dejar crear sueños irrealistas y esperanzas para la gente que sólo quiere venir a Europa por motivos económicos”.
El ministro de Exteriores italiano, Paolo Gentiloni, avisó de que “no es sólo un problema de cuotas” e insistió en la necesidad de avanzar hacia “un sistema de solicitud de asilo común” en la Unión Europea, insistiendo en que el principio de que sea el país al que primero llega un inmigrante el que tramite su demanda de asilo “no funciona”.
Los jefes de Gobierno de República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría pactaron ayer una declaración en la que abogan por la “solidaridad” europea para hacer frente a la crisis de refugiados pero tachan de “inaceptable” el establecimiento de cuotas “obligatorias” de acogida. Los cuatro países mostraron su “profunda tristeza” por la pérdida de vidas fruto de esta crisis y los líderes checo, eslovaco y polaco expresaron su “solidaridad” con Hungría, país al que han llegado miles de refugiados en las últimas semanas al estar en ruta hacia Austria y Alemania.
Por otra parte, los ministros del Interior de República Checa y Eslovaquia se ofrecieron a considerar la apertura de un corredor ferroviario para que refugiados sirios puedan viajar de Hungría a Alemania siempre y cuando exista un acuerdo entre Budapest y Berlín. Así, se abriría un corredor siempre que Alemania se comprometa a acogerlos.