Los europeos contienen el aliento ante la posibilidad de que el exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi regrese al poder. Pese a que Il Cavaliere ha insistido en que no tiene interés en ser primer ministro de nuevo, hay una preocupación general ante la probabilidad de que, en las elecciones parlamentarias del domingo y el lunes, el magnate pueda regresar a una posición clave en el Gobierno de la tercera mayor economía de la eurozona.
Los analistas financieros ven un riesgo inminente si el polémico político, rodeado de escándalos, llega nuevamente al Ejecutivo.
Jörg Krämer, economista jefe del banco alemán Commerzbank, sentenció ayer que la reelección del conservador «puede ser un guión de terror, y la crisis nacional puede resurgir nuevamente».
Las tasas de interés de los bonos del Gobierno italiano pueden aumentar nuevamente, y el programa de reformas en el país sufrir una «paralización abrupta», opinó Krämer.
Ulrich Kater, del DekaBank, coincidió: «Italia ha perdido un montón de años con Berlusconi. Repetir su mandato solo prolongaría la agonía». Así, consideró que un cambio en Roma puede interrumpir los programas de reformas de la UE, con la confrontación reemplazando a la cooperación. «Una victoria de Berlusconi obstruirá el restablecimiento de la confianza en el euro», sostuvo.
El regreso de Il Cavaliere, además, pondría en una posición incómoda a Mario Draghi como líder del Banco Central Europeo, con la posibilidad del aumento de los intereses de los bonos italianos. El economista podría tener que enfrentarse a la decisión de apoyar o no la intervención en suelo transalpino, en el caso de quedar bajo el ataque de los mercados.
El BCE está autorizado a comprar bonos de un un país de la eurozona para aliviar su situación financiera, pero solo si éste solicita formalmente un rescate del Mecanismo Europeo de Estabilidad Europea y se manifiesta dispuesto a aplicar sus amplias reformas.
Los analistas políticos, además, se están preparando para un empate entre la alianza de centro izquierda encabezada por Pier Luigi Bersani, del Partido Democrático, y la alianza conservadora de Berlusconi, Pueblo de la Libertad.
La posibilidad de un callejón sin salida, con Bersani logrando la mayoría en la Cámara de Diputados, pero no en la de Senadores, podría hacer muy difícil la formación de un Gobierno. Y la parálisis del Ejecutivo podría resultar en un alto en las reformas y provocar turbulencia en los mercados, pero, aún así, esto sería «preferible» a un regreso de Berlusconi, opinó Krämer.
