La segunda conferencia del XXX Ciclo Taurino Cultural de la peña ‘El Espontáneo’, corrió a cargo del matador de toros Eugenio de Mora, un diestro que tomó su alternativa en 1997 en Toledo con dos figuras grandes del toreo, Curro Romero y José Tomás ,y la posterior confirmación con otros relevantes diestros, César Rincón y Enrique Ponce.
Desde ese momento estuvo en la ola de la popularidad logrando triunfos resonantes como en Sevilla en abril del 2000 cortando dos orejas a un toro de Manolo González y en noviembre confirmando en México cortando una oreja y vuelta al ruedo con toros de Garifas.
Luego vendrián tiempos de numerosas corridas en temporadas continuadas con sesenta-setenta festejos mayores, hasta un cierto decaimiento que le tuvo entre sombras para recuperar sitio y auparse en el estatus y escalafón de la mano de los hermanos Lozano.
“Fue mi sino el soportar momentos difíles mayormente por una serie de percances sufridos que me imposibilitaron mantener el ritmo y sobre todo cumplir con los compromisos firmados”, explicó el diestro. En palabras del matador, “ahora llevo dos temporadas buenas con un estimable número de corridas, como este año que sumé once con corte de 24 orejas, y actuando en plazas de mayor renombre”.
De la Mora estuvo presente en las Ventas en mayo, en San Isidro, y la tarde del 10 de agosto donde “corté una oreja con fuerte petición de la segunda a un toro del Conde de la Maza y vuelta al ruedo en el de Guardiola también con petición”. Sobre aquella tarde, el matador señaló que “la presidencia hubiera estado más coherente, bien pudiera haber abierto la puerta grande. Pero de todas formas dejé grato sabor en público y prensa. También guardo buen recuerdo de una corrida en Añover de Tajo con toros segovianos de Marqués de Quintanar a los que corté las orejas saliendo en hombros”.
Sobre las ganadería, el diestro apuntó que “mis ganaderías favoritas son varias, pero sobre todo apunto a los encastes de Nuñez y Domecq, y, sobre todo, el de Alcurrucén”. Y con repecto a su trayectoria señaló que “yo aprendí a torear en mi tierra, y durante seis o seite años se me incluía en los mejores carteles de la zona, tanto de novillero como de matador de toros. Luego está lo de la televisión de Castilla la Mancha que me han televisado muchos festejos y eso me ayudó considerablemente. Una de las corridas, recordareis —dijo— fue en Segovia. En esta zona vuestra toreé la última novillada con picadores antes de la alternativa en Cantalejo y este año actué en la corrida de toros de El Espinar del 16 de agosto con dos buenas faenas pinchadas ambas”.
“Y claro está —concluyó—, tengo un bonito recuerdo de mi estancia en la Tertulia Taurina de Segovia donde fui invitado recibiendo un hermoso cuadro de Lope Tablada que guardo en mi rincón taurino en mi casa de Mora de Toledo”.
COLOQUIO Y OLEO
El coloquio versó especialmente sobre la situación de la fiesta en sus aspectos económicos y el momento actual del escalafón de matadores de toros, cuestión que el conferenciante como profesional comentó, el hecho de que el circuito formado por los seis o siete mandamás acaparan los mejores carteles en base a ganado, componentes de la terna y por supuesto dinero. “Que conste que no me quejo. Yo voy cumpliendo mis propuestas etapas y respecto a la temporada pasada logré torear una digna cantidad de corridas y algunos festivales percibiendo unos honorarios igualmente dignos. No me vale suficientemente, por lo que estoy en tratos con una persona muy capacitada en el ámbito taurino, aunque voy a seguir con Juan de Padua con quién mantengo una relación cordial y profesional”.
Posterior cena en Mínimos y entrega del correspondiente óleo de Lope Tablada.
