Cuando el presidente del Gobierno confirmó el adelanto electoral para el próximo 20 de noviembre, una de las dudas paralelas que surgió fue si ETA emitiría un comunicado anunciando su fin antes de esa fecha, porque los rumores que apuntaban el cese definitivo de la violencia eran, por entonces, cada vez más persistentes
Sin embargo, esa teoría quedó desmontada ayer cuando el Telediario de TVE se hacía eco de una información, que ya estaría en poder del Ministerio del Interior y de las Fuerzas de Seguridad del Estado, según la cual la militancia de ETA habría comenzado un debate interno sobre la continuidad o no del terrorismo, que durará hasta la Semana Santa del próximo año.
La cadena pública aseguró que la dirección de la organización terrorista estaría enviando a todas sus estructuras un cuestionario que deberían responder y en el que se hace mención concreta al uso o no de las armas.
Las respuestas serían consideradas como «aportaciones generales» de la militancia y con ellas la dirección de ETA elaboraría una nueva estrategia que daría a conocer en la Semana Santa de 2012, en fechas cercanas al Aberri Eguna, día de la patria vasca.
El primer paso del debate se estaría produciendo en las cárceles, donde la banda tendría «especial interés en conocer la opinión de los presos». Asimismo, la discusión se habría extendido a los etarras que están repartidos por diferentes países del mundo y, también, a la estructura clandestina que opera en Francia y España.
En el caso de las prisiones, se recurriría a personas cercanas a los internos en los módulos. Cada reo tendría que responder al cuestionario y entregarlo al dinamizador de cada centro penitenciario, que se encargaría de que los documentos saliesen de la cárcel. El método es largo en el tiempo por el gran número de reclusos de la banda, su distribución en 80 presidios diferentes y las diversas dificultades para sortear la vigilancia penitenciaria.
Según la información manejada por TVE, los mandos de la banda querrían haber tenido acceso a la opinión de los presos este otoño pero la detención de la supuesta responsable de esta tarea, la abogada Arantza Zulueta, habría retrasado los plazos.
En cuanto a la recogida de las diversas aportaciones de comandos y etarras repartidos por el mundo, se realizaría por medios informáticos codificados por motivos de seguridad. Además, los investigadores han detectado que varios miembros de ETA residentes en Cuba abandonaron este país recientemente para trasladarse a otras naciones con etarras deportados y, así, poder debatir acerca del futuro de la organización.
Una vez tuviese en sus manos todas las opiniones, la banda terrorista decidiría si continuan con los atentados o lo dejan de manera definitiva.
El proceso sería similar al que la dirección de ETA comenzó en 2007 cuando su militancia decidió la continuidad de la lucha armada. Aquel debate interno se zanjó el 6 de junio cuando la organización dio por finalizado el alto el fuego permanente que había anunciado 14 meses antes.
