La banda terrorista ETA afirma, en la primera entrevista concedida tras el anuncio del cese definitivo de la violencia, que su «desarme está en la agenda» y que el fin de su actividad armada es el resultado de una reflexión iniciada hace una década. Además, destaca que no se sentará en una mesa de negociación política», porque es la sociedad vasca la que tiene «la clave de los avances».
En una entrevista que publica el diario Gara en su edición de hoy y de la que ayer adelantó un fragmento, portavoces de la organización criminal sostienen que ETA está «dispuesta a asumir compromisos», pero reiteran que la «clave» para los «avances en este proceso» es de los vascos y no está en las estrategias que pueda seguir un posible Gobierno del Partido Popular, si esta formación gana las elecciones del 20-N.
Asimismo, «anticipa otros escenarios posibles», como, por ejemplo, qué cree que ocurriría si el Estado español optara «por intentar bloquear completamente la situación» que se trata del resultado de un proceso de reflexión iniciado hace una década, pero que no ha sido «estructurado».
ETA asegura que la importancia del comunicado es, «por su nivel», equiparable solo a «dos momentos anteriores: la propia creación de la banda y la decisión de continuar con la lucha armada tras la muerte de Franco».
La división entre los partidos políticos vascos se evidenció ayer en el denominado Día de la Memoria, un acto organizado por PSOE, PP y PNV en las distintas Administraciones vascas. El motivo del desacuerdo fue que no se incluyó en el homenaje a los damnificados por las fuerzas policiales. Los partidos abertzales y nacionalistas eran partidarios de incluir a este colectivo, algo que rechazaron PP y UPyD.
A pesar de esta polémica, Bildu, que se encontraba entre las fuerzas que pedían recordar a otras víctimas, acudió al evento celebrado en el Ayuntamiento de San Sebastián con el diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano, a la cabeza, aunque no participó en la ofrenda floral.
Sobre este tema, el lehendakari, Patxi López, quiso recordar a todas las víctimas, pero advirtió de que «el que muere queriendo matar no es una víctima, sino un asesino frustrado».
