Los ex dirigentes de ETA Francisco Javier López Peña, Thierry, y Mikel Carrera Sarobe, Ata, coordinaron con el etarra deportado a Venezuela Arturo Cubillas la formación e instrucción de miembros de la banda terrorista y de las FARC en campamentos en la selva venezolana. Así se desprende del auto dictado ayer por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que ha procesado a los tres hombres como integrantes de la banda en calidad de jefes, y de haber colaborado con los guerrilleros colombianos.
Este magistrado, que investiga los vínculos entre las dos organizaciones criminales, indicó que Cubillas -cuya extradición ya había reclamado a Venezuela, donde reside actualmente- ha mantenido al menos, entre 2004 y 2008, «contacto constante, permanente, securizado y directo con la cabeza de ETA y los distintos líderes de los comandos activos de ésta, con quienes ha coordinado y ejecutado tareas directivas de formación e instrucción, mejora de armamento y técnicas terroristas».
Asimismo, el togado acusó al, desde 2007, jefe de seguridad en el Instituto Nacional de Tierras, dependiente del Gobierno de Hugo Chávez, de haber facilitado la infraestructura necesaria, que, «lejos de ser episódica, trasciende la mera colaboración», lo que para el magistrado le sitúa como dirigente de ETA «en el continente americano desde tierra venezolana».
Velasco también procesa a los terroristas José Lorenzo Ayestarán y José Ignacio Olaskoaga por un delito de tenencia de explosivos en colaboración con organización criminal, así como a Iraitz Guesalaga, responsable de informática de ETA, y a Iurgi Mendinueta por colaboración.
Sobre Guesalaga, detenido en Francia el pasado 11 de enero, el juez señala que el mismo Thierry fue quien acordó que éste viajara en septiembre de 2007 a Venezuela para enseñar y hacer cambios en el programa de encriptado PGP, que Cubillas usaba para comunicarse con la cúpula de la banda. Un año después, el experto en nuevas tecnologías se desplazó al país sudamericano por orden de López Peña, donde permaneció un mes, algunos de cuyos días estuvo en una zona a la que acudió «a ayudar a los amigos de la selva (las FARC) instruyéndoles en sistemas de radio, bajo la tutela organizativa» del protegido.
A Olaskoaga -que la Policía sitúa en Venezuela- y Ayestarán -arrestado el 28 de febrero de 2010 en Cahan-, el magistrado les atribuye el papel de instructores, tras los fracasos del grupo colombiano en varias operaciones.
