Después de sumar siete puntos de los últimos nueve posibles, el CD La Granja se ha puesto en disposición de asegurarse casi de manera matemática la permanencia si en la tarde de hoy (17:30 horas, El Hospital), consigue derrotar al Santa Marta. Superado ya el peor momento de una temporada difícil, Javier Jadraque, entrenador del conjunto granjeño, valora con calma el pasado, el presente y el futuro de su equipo, y el fútbol provincial y regional.
Seis meses después de iniciar su etapa como entrenador del CD La Granja, ¿llegó a pensar en algún momento que dónde se había metido?
Cuando yo firmé como entrenador del CD La Granja ya sabía lo que había, que no había equipo de provincial, ni de juveniles, que la plantilla era rara. Ves los nombres y sabes que hay buenos jugadores, pero uno no puede viajar, el otro tampoco, el otro esta semana trabaja y no está para jugar… el hecho de que la pasada jornada tuviéramos 14 jugadores disponibles no ha sido tan poco habitual este año, en el que creo que solo en dos jornadas he tenido que hacer un par de descartes en la convocatoria. Pero estaba asumido.
¿Cómo se maneja una plantilla tan peculiar?
Si algo hemos hecho bien en este equipo ha sido gestionar un montón de emociones dentro de un grupo absolutamente heterogéneo, donde ni un solo jugador se parece al de al lado. Son completamente distintos, todos tiran para su lado, y saber controlar eso, viniendo como venía este grupo de futbolista de una campaña anterior en la que parecía que el equipo se iba a comer el mundo, y había que volver a poner los pies en la tierra, no es sencillo.
¿El CD La Granja forma un grupo cohesionado?
Sí, en el aspecto de que son todos amigos, son un buen grupo, y cuando tienen que dar la cara unos por otros, la dan. Pero tiene muchos matices. Hay gente que lleva mucho tiempo jugando, otros que han venido nuevos, otros que tienen que sumarse al grupo… no es un mal vestuario ni mucho menos, pero sí tiene su punto de complicación, en el que hay que saber manejar la mano izquierda, pero también la derecha, casi de continuo. Si das un capón lo mismo te la ganas por otro lado, si vas muy bajo en un apartado te la encuentras por otro… esto es un pulso continuo.
¿En qué momento de la temporada se dijeron, “o corremos, o nos vamos al hoyo”?
Después de la derrota ante el Becerril, en la que haciendo un mal partido pudimos haber ganado holgadamente, y acabamos perdiendo de forma inesperada, nos dijimos que, o espabilábamos todos, o al año que viene no íbamos a jugar en Tercera con este club.
Y el punto de inflexión llegó ante el Astorga…
El descanso de ese partido fue atípico, porque normalmente nuestro vestuario suele ser la “casa de tócame Roque”, donde entra y sale mucha gente, y sin embargo ese día me enfadé, y prohibí la entrada al vestuario más que a los once jugadores, y a mí. Les dije a los chicos que no pasaba nada si se perdía, y que estaban capacitados para darle la vuelta al partido, pero de verdad. Les dije que había gente que estaba jugando con el freno de mano echado, y que no tenían que demostrar nada a nadie, solo salir y jugar como si fuese el último partido. Con intensidad, y con dos narices. Y salió bien.
¿Ya han conseguido la permanencia?
Matemáticamente no estamos salvados, pero mentalmente sí. Nos queda mucho por hacer, porque cuando llegué mi propósito si quería seguir entrenando a este equipo la próxima temporada era llegar a los 50 puntos. Si no se llega, es que algo habré hecho mal.
Pero llegue o no a ese número de puntos, parece haberse ganado la renovación.
Pablo (Alejandro, presidente del CD La Granja) y yo tenemos buena relación. Él ya ha dicho que quiere contar conmigo para el año que viene, pero ahora no es el momento de hablar de ello. Cuando la temporada esté prácticamente acabada será el momento de ver quién quiere y quién no quiere seguir, comenzando evidentemente por el cuerpo técnico. Pero también hay que rejuvenecer a la plantilla, dando paso a los chicos jóvenes, aunque tienen un problema, como es la falta de compromiso. En cuanto están un par de partidos sin jugar, quieren irse a otro lado. Yo este año he tenido mucha suerte con David Arranz y con Santi, con mentalidad de aprender siempre, aunque no jueguen.
¿Cómo está actualmente la Tercera División?
Hace una década, en la Regional Preferente había el mismo nivel futbolístico que existe hoy en la Tercera. Está claro que cuando no hay dinero el nivel baja, y de hecho los que estamos entrenando ahora lo hacemos porque los entrenadores buenos no están, o no quieren entrenar por el dinero que hay, y así los clubes dan oportunidad a otros técnicos jóvenes.
En Segovia hay tres equipos en Tercera, y eso es porque el nivel es bajo. Hace años esta categoría era mucho más cara que ahora, con jugadores que vivían de ello. Ahora, clubes como La Granja y Unami llegan a un presupuesto cortito, pero no se salen de ahí, no le deben nada a nadie, y se adaptan a lo que hay. Porque hay equipos que te prometen mucho, y al cuarto mes te deja de pagar. ¿Y a quién se premia más, al honesto que paga poco, o nada, o al que promete y no cumple?
El presidente de la Federación comentó que no sabe si podrá mantener las cuotas a los clubes la próxima temporada.
Marcelino Maté quiere hacer su corralito, como ha hecho siempre. Yo no he visto una persona tan dictadora como ésta. Tiene que ser lo que él diga, y como él diga. Ahora dice que no hay dinero. ¿Por qué no se baja el sueldo, que está cobrando más que el presidente de la Comunidad Autónoma? Quitas a las selecciones sub 12 y sub 14, y luego te metes en el berenjenal de la Copa Uefa de las Regiones, solo para salir en las fotos. No quieres fomentar el fútbol base, sino estar con los cuatro clubes poderosos, que es con quien has estado siempre.
¿Qué opinión tiene acerca del conflicto con los entrenadores que obtienen el título fuera de la región?
Pues que creo que nadie ha pensado en si se han dado facilidades para obtener ese título en Castilla y León. Sacarse el título de entrenador aquí te cuesta el doble, y tienes que ir todos los días, sin fallar ni uno. Sin embargo, vas a Madrid en sesión intensiva 15 días, y después vas los fines de semana, porque se van adaptando a las circunstancias de la gente. En Valladolid no les da la gana de hacerlo así. ¿Cómo no va a irse la gente a sacarse el título fuera de la región? ¿Quién puede cogerse un mes intensivo fuera de casa para sacarse un título de entrenador? Ahora mismo eso es imposible.
