El grupo terrorista Estado Islámico ha ejecutado en Siria a más de 3.000 personas en el primer año de su autoproclamado ‘califato’ en los territorios que controla de este país y de Irak, según un balance elaborado por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. “El Observatorio ha documentado la ejecución de 3.027 civiles, rebeldes, miembros de las fuerzas del régimen y milicianos aliados, así como miembros de Estado Islámico. Fueron ejecutados por Estado Islámico en las zonas que controla en Siria desde la declaración de su supuesto califato, del 29 de junio de 2014 al 28 de junio de 2015”,explicó este grupo con sede en Londres y con una amplia red de observadores sobre el terreno.
Entre los ejecutados figuran 1.787 civiles, de los cuales 74 son niños y 86 mujeres. Estos civiles murieron ejecutados con disparos, por decapitación, apedreados, lanzados desde altas torres o quemados en las provincias de Damasco, Deir Ezzor, Raqqa, Hasaka, Alepo, Homs y Hama.
Los milicianos de Estado Islámico, siempre según el recuento del Observatorio, ejecutaron a “más de 930 civiles árabes suníes” de la tribu Al Shaitat en Deir Ezzor, 223 ciudadanos kurdos ajusticiados a disparos o apuñalados en Kobani y en la localidad de Barkh Botan, además de 46 civiles a los que habrían matado quemándolos o decapitándolos en la localidad de Al Mabojah, en la que residen miembros de sectas alauíes, ismaelíes y suníes.
Estado Islámico ha basado sus ejecuciones en acusaciones como la blasfemia, espionaje a favor del régimen sirio, sodomía, combatir al propio grupo terrorista, apostasía, traición, manifestarse contra Estado Islámico, espionaje contra este grupo, pertenencia a las fuerzas del régimen, tráfico de drogas, chiísmo, vandalismo y apoyo a las autodefensas kurdas YPG, entre otras.
Desde la declaración del ‘califato’, Estado Islámico ha creado ocho “estados” en sus territorios en Siria: Raqqa Alepo, Baraká, Damasco, Al Jair, Al Forat, Hama y Homs. En total, se ha hecho con el control de cerca del 50 por ciento del territorio del país y tiene presencia en las nueve provincias del país.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos advirtió de que en el primer mes de su declaración del ‘califato’, el grupo terrorista se hizo con el control de la mayoría de los campos de gas y petróleo de Siria, salvo dos campos situados en Homs y controlados por el régimen y los de Rmeilan, defendidos por las unidades de autodefensa kurdas YPG.
En cuanto al trato a los niños, el Observatorio señaló que los milicianos de negro se están centrando en las áreas de reclutamiento y de educación.
