Tercera derrota consecutiva de la Gimnástica Segoviana en El Toralín, ante una Ponferradina que se adelantó en el primer tiempo y que no desaprovechó las facilidades defensivas con las que le obsequió la escuadra azulgrana. Los gimnásticos se fueron al descanso perdiendo por la mínima, pero terminaron sucumbiendo en la reanudación.
Al encuentro, adelantado a la tarde de ayer debido al compromiso de la selección sub 21 el próximo martes en el feudo leonés, llegaba el conjunto dirigido por Abraham García tras el varapalo que supuso caer ante el Coruxo y sumar por segunda jornada consecutiva, una nueva derrota. Para salir de la zona de abajo y seguir en Segunda B había que ganar, sí o sí, a una Ponferradina que buscaba un triunfo para alejar los fantasmas del descenso. No sólo lo logró, dejando a 10 puntos a la Sego, sino ganando además el gol average a los gimnásticos.
El choque comenzó con una Ponferradina muy eléctrica, con un Yuri que nada más sacar el cuero en el centro del campo, tuvo la primera ocasión para romper las tablas. Pilló amodorrada a una Sego que estuvo muy cerca de pagar caro su despiste inicial. El veterano goleador brasileño mandó el esférico al larguero tras revolverse en el área, darse la media vuelta, y situarlo ligeramente por encima del portal de Pablo. En los primeros compases los azulgrana no terminaban de encontrarse cómodos, cediendo la posesión a un rival que practicaba una presión muy arriba con la que conseguían rápidamente hacerse con la bola e hilvanar jugadas de peligro sobre la zona de castigo visitante.
BAJANDO LAS PULSACIONES
Los de Carlos Terrazas parecían oler la sangre segoviana, sobre todo imprecisa en tareas defensivas. Sin embargo, con el transcurso de los minutos fueron organizándose y evitando las rápidas transiciones de la Deportiva. En el minuto 6 llegó la primera aproximación al área de Mandaluniz con un remate de cabeza picadito de Dani Calleja que se marchó a la izquierda del marco local. Llegó tras una mala salida de balón de los de casa, que poco a poco fueron cediendo terreno a su enemigo.
Bajo un tremendo aguacero que con el viento hacía por momentos impracticable el juego, Agus reclamó penalti poco después por un agarrón de Fernando Román que el colegiado no señaló.
A partir de ese momento el partido entró en una fase en la que las ocasiones brillaron por su ausencia y en la que el ritmo de juego descendió. A la desapacible tarde en Ponferrada —en la peor entrada de la temporada— le puso picante la Sego ejecutando su primer córner a los 22 minutos que, tras varias segundas jugadas, terminó con un fuera de juego de Dani Calleja. También la tuvo en sus botas Agus, pero se topó con el guardameta de la Ponfe.
Los bercianos generaron su segunda clara aproximación superada la media hora, con un remate de espuela de Fernando Román tras un perfecto balón colgado de Menudo que detuvo Pablo cuando el respetable local ya cantaba el gol. Acto seguido, el trencilla no vio una mano dentro del área de Chema, al que le golpeó el cuero tras un despeje de Pablo a un tiro de Menudo.
Apretaban los locales cuando Yuri aprovechó un zapatazo de Menudo que se marchaba desviado para colocar el pie y, de paso, el 1-0 en el empapado marcador del Toralín. El tanto llegó a tres minutos del receso y la Sego, que había aguantado bien y tuvo sus opciones de adelantarse, se marchó a la caseta con una sensación amarga que, sin embargo, no ocultaba su insolvencia en algunos períodos del envite.
PEOR TRAS EL DESCANSO
Tras del preceptivo cambio de campos, la decoración no varió mucho. El disparo de Fernán desde la frontal del área al poco de iniciarse el segundo capítulo fue un espejismo. La Ponferradina respondió con una triple ocasión en la que la zaga gimnástica se sacudió el peligro como pudo y Iago Díaz, que seguramente se hinchó de balón, también se topó con Pablo.
Fue la antesala de un gol que puso en evidencia las carencias de la Segoviana en defensa: Cidoncha, en el 56, y totalmente libre de marca en el área pequeña, remató un servicio de Menudo desde el córner. El choque quedó visto para sentencia desde ese mismo momento.
La reacción por parte de los de Abraham García no sólo no llegó sino que se topó con un adversario que comenzó a recrearse y que además, no dudó en hacer sangre y que en un lapso de trece minutos marcó tres goles. Aparte del de Cidoncha, llegaron dos más: el tercero, en el 64 y obra de Andy tras rematar de cabeza un centro al segundo palo de Menudo; y el cuarto, que llegó tras un buen desmarque de Yuri, que burló la salida de Pablo y colocó con la ayuda de Chema, el balón en el fondo de las mallas.
Los 20 minutos hasta el epílogo carecieron de intensidad, ya con el duelo resuelto, y únicamente Alberto Leira, que había entrado por Domingo, lo probó con un disparo desde larga distancia que se marchó alto.
