Si tienes previsto viajar estos días, debes saber que la estación de Chamartín ha avanzado en su proyecto de reforma integral y eso implica un cambio inmediato que afecta de lleno a los pasajeros, y es que desde el 1 de diciembre, la estación de Chamartín ha cerrado todos sus locales de restauración interiores. Esto implica que, si estás acostumbrado a comprar un café rápido antes del tren o picar algo mientras esperas, vas a tener que llevarlo desde casa o comprarlo fuera de la estación, ya que dentro del vestíbulo principal no queda ni un solo establecimiento abierto.
Es cierto que esta medida es temporal, pero va a influir en la experiencia de quienes pasen por la estación de Chamartín, ya que durante unas semanas no habrá bares ni cafeterías dentro del recinto, motivos por lo que Adif ha habilitado varios food trucks en el exterior, que serán la única alternativa para comprar comida o bebida hasta que avancen las obras. Esto puede suponer colas, esperas más largas y tener que salir al exterior para poder comprar algo, especialmente en horas punta o días de frío, así que es mejor que lo tengas en cuenta desde ya, sobre todo si eres de los que viaja con el tiempo un poco justo.
Por qué desaparece la restauración en la estación de Chamartín
Este cambio forma parte de la profunda transformación que está viviendo la estación de Chamartín, cuyo objetivo es modernizar sus espacios y adaptarlos al enorme volumen de viajeros que ya recibe cada día. Las obras han entrado en una fase clave que exige liberar y reorganizar una buena parte del vestíbulo, motivo por el cual los dos locales de restauración que funcionaban hasta ahora han tenido que cerrar.
Como comentábamos, mientras duren los trabajos, la única alternativa disponible serán los dos food trucks ubicados fuera del edificio principal, que pronto serán tres. Adif también recuerda que siguen operativas las máquinas de autoventa (unas catorce en total), pensadas para quienes buscan opciones rápidas sin pasar por un mostrador. Pero la realidad es que, durante varias semanas, la estación de Chamartín ya no tendrá esa oferta de restauración habitual que tantísimas personas utilizan a diario.
Todo esto forma parte de un plan de obras que pretende ampliar el vestíbulo principal, mejorar los flujos de circulación y aumentar la capacidad destinada a la alta velocidad, un proyecto que ya supera los 540 millones de euros y que se está ejecutando por fases, a fin de garantizar que los trenes sigan funcionando con la mayor normalidad posible.
Cómo va a cambiar por completo la estación de Chamartín
Lo que está ocurriendo ahora es solo una parte muy pequeña del enorme proyecto que transformará la estación de Chamartín en los próximos años y, entre los cambios más importantes, no encontramos con la ampliación del vestíbulo hasta duplicar su superficie, pasando a más de 18.000 metros cuadrados, algo clave para absorber el crecimiento del tráfico ferroviario de alta velocidad.
La estación de Chamartín también está aumentando su capacidad para trenes AVE y Larga Distancia, de tal forma que pasará de seis a doce vías de ancho estándar destinadas a alta velocidad, además de sumar nuevas vías pasantes que permitirán mejorar la movilidad en todo el norte peninsular. Y no solo eso: se ha recuperado el antiguo vestíbulo de Cercanías, cerrado desde los años 80, que ahora vuelve como un gran espacio de más de 2.300 metros cuadrados destinado a mejorar la intermodalidad y el acceso al Metro y a las conexiones urbanas.
Otra parte muy importante del proyecto es la reordenación del entorno urbano, de tal forma que la estación de Chamartín incorporará zonas peatonales más amplias, un aparcamiento seguro para bicicletas, una mejor zona para taxis y un edificio específico para consigna.
Chamartín Ecosistema Abierto: una estación pensada para el futuro
El gran proyecto que engloba esta transformación es “Chamartín Ecosistema Abierto”, que convertirá a la estación de Chamartín en un referente de movilidad sostenible, digital y multimodal con una intervención que incluye nuevos espacios públicos, la construcción de tres torres que acogerán oficinas y la integración del futuro parque central con la propia estación.
Además, se está diseñando la estación de Chamartín como un ecosistema inteligente, con placas solares, reutilización de aguas pluviales, materiales sostenibles y puntos de recarga para vehículos eléctricos; todo ello dentro de un proyecto que, según Adif, marcará un antes y un después en la movilidad de Madrid.
