La selección española de fútbol se situó ayer a un paso de la clasificación para el Mundial de Brasil tras ganar 2-0 en Finlandia en un partido en el que el combinado de Vicente del Bosque logró encontrar soluciones para derribar el muro defensivo local, a pesar de cometer algunos errores que, por suerte, no pasaron a mayores. Con este triunfo, la ‘roja’ se consolidó como líder de grupo con tres puntos de ventaja sobre Francia, que sumó un inesperado empate en su visita a Georgia. Fue la jornada soñada para el actual campeón del mundo, que ya se ve en suelo carioca.
La primera sorpresa llegó con la alineación del técnico salmantino con una decisión que dará mucho que hablar: eligió a Íker Casillas, suplente en el Real Madrid, en lugar de Víctor Valdés, titular en el Barcelona y que ha demostrado estar en gran forma. Además, metió al volante Koke en el lateral derecho para buscar centros desde la banda y colocó a David Villa como delantero.
El choque se desarrolló como se preveía, con Finlandia atrincherada atrás con dos líneas defensivas en el área y esperando para lanzar contraataques. Y, así, se pudo adelantar en el marcador a los 12 minutos, con un involuntario remate de Sergio Ramos hacia su propia portería que sacó Casillas con el pie milagrosamente.
Pero España se adelantó primero. Ocurrió a los 19 minutos, con un magnífico pase de Cesc Fábregas sobre la carrera de Jordi Alba. El lateral azulgrana controló con la zurda y remató con la derecha para adelantar a su selección. Fue un gol que afianzó las posibilidades nacionales y dañó al cuadro local, que tampoco se desesperó buscando darle la vuelta a un marcador que le dejaba fuera de la cita de Brasil.
A los 28 minutos, Villa pudo hacer el segundo, tras un gran servicio de Iniesta. Pero su remate cruzado se fue fuera por poco. No ocurrieron demasiadas cosas hasta el descanso y España, sin alardes, se marchó con un triunfo parcial muy valioso.
La segunda mitad comenzó con un disparo alto de Pedro y más posesión nacional. Más tarde, Del Bosque movió piezas para quitar al ariete asturiano del Atlético y poner a Jesús Navas. Su mensaje era inequívoco: había que defender con el balón. Cesc Fábregas pasó a ser el ‘falso 9’ del equipo y España buscó la banda derecha con el flamante fichaje del City. Pero el combinado visitante se olvidó de finalizar las jugadas y cambió la profundidad por el conformismo. Debido a ello, Finlandia fue creciendo y tuvo un par de ocasiones, por mediación de Tainio y Ring. Fueron dos avisos suficientes para que el seleccionador nacional recuperara el dibujo inicial y quitara a Fábregas para situar un punta, Álvaro Negredo.
El delantero del Manchester City tuvo su primera oportunidad a los 74 minutos, cuando Xavi puso un pase magistral sobre el atacante y éste fue blando en su intento de remate. Esa ocasión sirvió para devolver a la ‘roja’ al buen camino. No obstante, la sentencia llegó a cinco minutos, con la mejor jugada de todo el partido. Xavi sirvió a la banda derecha, Navas puso el balón al punto de penalti y Negredo, esta vez sí, remató con ambición. Partido cerrado.
España ganó en Finlandia sin necesidad de mostrar su fútbol más autoritario, pero dejó virtualmente sellada su clasificación para el Mundial, gracias, también, al empate sin goles entre Georgia y Francia. Misión cumplida: la defensora del trono mundial empieza a reservar ya plaza para el próximo envite.
