La selección española consiguió ayer ante Alemania una victoria tan importante como trabajada en un partido en el que su juego sembró dudas por la falta de alegría, ideas y resolución en el tiro y con una defensa que solo funcionó en determinados momentos.
Los planteamientos fueron claros desde el comienzo del partido. Pau Gasol y Dirk Nowitzki formaron una de las parejas de baile, mientras que Marc Gasol y Kaman también lucharon frente a frente. Dos auténticos choques de trenes. Nivelada la cuestión estratégica bajo los tableros, quedaba la guerra en el perímetro y por ahí comenzó a errar la ‘roja’.
Por segundo encuentro consecutivo, los tiros claros no quisieron entrar y la cosa casi acaba en desastre. Menos mal que en defensa el equipo se mostró firme y eso permitió a los jugadores que dirige Sergio Scariolo dominar casi siempre en el marcador, aunque sin apenas rentas, 15-16 al final del primer cuarto.
Pau y Nowitzki se anularon por completo. Los dos se emplearon en defensa y no pudieron superar a su par en ataque. Los uno contra uno se saldaron con un combate nulo, aunque en los primeros 10 minutos el alemán consiguió un triple y tres fallos en tiros de dos, los mismos que el mayor de los Gasol.
En la otra gran pelea, Marc salió victorioso con siete puntos por cuatro de Kaman, un rocoso pívot con la fuerza de un tanque y la insistencia de un martillo pilón.
Calderón no vio aro y Navarro a cuentagotas, por lo que Fernando San Emeterio y sus dos triples, en el segundo período, fueron gloria bendita para el equipo nacional. Fueron los mejores momentos en los inicios del segundo cuarto cuando se consiguió un parcial de 0-8 (18-26), pero, acto seguido, llegó una ‘pájara’ y nadie consiguió mover los guarismos del equipo en los cuatro minutos siguientes.
La consecuencia principal de este atasco fue que el combinado germano se adelantó en el luminoso tras conseguir un parcial de 9-0 y ponerse 27-26.
Las dos faltas de Pau Gasol aconsejaron a Scariolo esconder un poco al de Sant Boi y probar con una zona 1-3-1 en defensa que no dio demasiados frutos, aunque permitió mantener una mínima ventaja de tres puntos, 33-36 al descanso, gracias al buen trabajo y acierto de Marc Gasol.
Los nueve puntos anotados por Dirk Nowitzki no fueron lo peor, sino la falta de acierto de los tiradores españoles, que en cada fallo añadían una pesada losa a la mochila de la falta de confianza.
Con el mismo planteamiento e idénticos protagonistas, Pau quiso revertir la situación y se jugó el primer balón ante la defensa de Nowitzki, consiguiendo la canasta y tiro adicional por falta del campeón de la NBA. Y, acto seguido, un triple ante el jugador de Dallas.
Alemania cambió de pareja y encomendó al rudo Kaman ocuparse de Pau, mientras que su estrella lo hizo de un inspirado Marc. Ahí encontró España un resquicio por el que se coló hasta la cocina.
El mediano de los hermanos Gasol jugó justo bajo el oro, donde Nowitzki cojea y Pau salió un par de metros, donde Kaman pierde bastante influencia. La defensa, además, robó un par de balones y el contraataque apareció.
En el minuto 25, España ganaba por 43-52 y los teutones intentaban la defensa zonal, pero la falta de acierto en ataque impidió consolidar esa primera ventaja importante. Volvieron los duelos Pau-Nowitzki, Marc-Kaman y los fallos en los tiros, por lo que el tercer cuarto finalizó con una exigua renta, 55-56.
Con la victoria en el alero, el juego se volvió más descontrolado. Las defensas fueron superiores a los ataques y, a falta de tan solo cuatro minutos para la bocina, el 63-66 del electrónico apuntaba a que se iba a disputar un final de auténtico infarto.
Navarro, con dos puntos vitales, permitió un primer respiro para los vigentes campeones (63-68, a falta de 3,11 minutos) y Marc Gasol, gran partido el suyo, el segundo al anotar dos tiros libres dos minutos (65-72). Además, Pau remató la faena con otros dos lanzamientos desde la línea de personas (65-74 a falta de 45 segundos), que permitieron un final más tranquilo.
También ayudó lo suyo que Nowitzki desapareciera en el último cuarto (solo firmó dos puntos), por la defensa y por su inhibición, todo lo contrario que Pau Gasol, que lideró a sus compañeros.
El combinado nacional consiguió una victoria fundamental, imprescindible, pero siguió transmitiendo dudas e incertidumbre ante el rival, en teoría, más asequible de la segunda ronda.
