Desde que al fútbol sala español se le obligó a modificar sus normas para adecuarse a los criterios de la FIFA, el descenso del número de espectadores en las canchas de juego se ha hecho más evidente a cada temporada que pasaba. La merma en el espectáculo fue tan grande que no tardaron en surgir las voces que clamaban por una vuelta a las normas de juego españolas.
Prácticamente cada año surge el rumor de una nueva propuesta española a la International Board para que se estudie el cambio en la normativa, pero posiblemente sea en el momento actual cuando más posibilidades hay que de ese cambio pueda llegar a producirse. El peso que Ángel María Villar tiene en la FIFA, la fuerza que el fútbol sala español tiene dentro del panorama internacional, y el trabajo en la sombra que han venido realizando tanto Javier Lozano como Venancio López en las comisiones pueden terminar jugando a favor.
Aunque la intención pasa por hacer un cambio radical en las normas anti-espectáculo del fútbol sala, la propuesta española es mucho más moderada, puesto que “sólo” aboga por la modificación en el saque de banda, para que se realice de nuevo con la mano, y la obligatoriedad de que el saque del portero deba botar en campo propio antes de cruzar la línea divisoria. Dos modificaciones sin duda muy importantes que redundarían en favor del espectáculo.
Ahora bien, al igual que existen condicionantes a favor de que salga adelante la propuesta, existen aspectos contrarios también muy importantes. En primer lugar, el campeonato del mundo de fútbol tiene a todos los dirigentes de la FIFA en Sudáfrica, ajenos a todo lo que no sea fútbol. Además, el organismo que preside Joseph Blatter no suele ser muy partidaria de cambiar las normativas, y además la proposición española puede encontrarse con la negativa de Brasil, la otra gran potencia del fútbol sala mundial, que nunca ha sido partidaria de hacer modificaciones en las normas del sala, a pesar de que su seleccionador nacional, Paulo César de Oliveira, señalara en su día que “Brasil y España deben ir de la mano en el cambio de las reglas”.
Existe una vía intermedia que puede ser la que finalmente acabe adoptando el fútbol sala español, que pasa por solicitar a la International Board ser el “banco de pruebas” de ese cambio de normativa, al estilo de lo que propuso Rusia la pasada campaña, al solicitar a la FIFA que los partidos de fútbol sala de la Súper Liga rusa se disputaran a dos tiempos de 25 minutos a reloj parado en lugar de los 20 habituales. La International Board estudia los informes mensuales que le va emitiendo la Federación Rusa, y así valora la posibilidad de poder introducir ese cambio en la normativa internacional.
