Sánchez consuma su traición al Estado y a la nación. Esta semana el Gobierno socialcomunista, que ya indultó a los golpistas catalanes de del 1 de octubre, ha invitado al separatismo a echarse al monte.
La próxima vez que lo hagan les saldrá más barato. PSOE y Podemos, junto al resto de enemigos de España, han sacado adelante la rebaja del delito de sedición que ahora queda como “desorden público agravado”. Esto significa que rebaja las penas, para hacer un traje a medida de los golpistas catalanes y sus socios proetarras.
El separatismo, como reconoce Otegui con regocijo, está en la dirección del Estado.
Una muestra más de que este Gobierno dirigido por el mentiroso de la Moncloa no tiene escrúpulos, ni dignidad, con tal de permanecer en el poder a cualquier precio.
A la tribuna subía el portavoz del PSC justificando dicha decisión comparándolo con el derecho europeo, y manifestando que era necesario modificar el código penal para adecuarlo a la legislación europea. Falacia y engaño monumental a sus votantes y a todos los españoles, ya que Sánchez manifestó el 17 de mayo de 2018 que: “clarísimamente había habido un delito de rebelión”, días antes de la moción de censura que le encumbraría a la presidencia de nuestro país, y por ende, al inicio de la pesadilla y a la pérdida de derechos y libertades de los españoles.
Es más, llegó a decir que él traería a Puigdemont preso, pero con esta modificación del código penal, lo traerá, pero libre, libre de toda condena y de toda pena, en un acto miserable y desleal.
Hoy dice todo lo contrario, porque es reo de sus palabras y promesas incumplidas, dirigiendo un país con la sombra de la mentira como norma.
No tenemos la obligación de compararnos con ningún país europeo a la hora de legislar sobre el delito de sedición, porque es un asunto nacional que compete a los estados individualmente y, desde luego, no lo hubieran hecho por el procedimiento de urgencia, con nocturnidad y en presupuestos, si no fuera condición indispensable de los secesionistas para aprobar los presupuestos como así ha sido.
Además, el PSOE lo ha enfocado como un problema de la convivencia democrática con los catalanes y el resto del Estado, pero la realidad es bien diferente. Se trata de un problema de conveniencia y de connivencia con aquellos que cometieron un golpe de estado en Cataluña, y que encima anuncian que lo volverán hacer.
La reforma del delito de sedición es un golpe a la unidad de España y un deterioro del código penal español, que cambian porque se lo exigen los condenados, no por artimañas y argumentos de ajustes con Europa. Que no te mientan.
Esta modificación genera una contradicción: el código penal pasa a defender a los delincuentes, cuando debería defendernos de ellos.
Han vuelto a traicionar a sus electores, a los españoles y a España entera, pero España es indisoluble, así reza nuestro artículo 2 de la CE. España no se puede disolver ni en organismos globalistas, ni en federalismos europeos, y tampoco se puede dividir, ni en regiones, ni en provincias.
Los españoles somos legítimos herederos de un legado histórico, que a modo de usufructo nacional nos obliga a defender, a conservar, a mejorar esta nación que hemos heredado, de las generaciones que nos precedieron, que lucharon, que trabajaron por todos nosotros y que nos lo han dado todo. Sólo pido que no les fallemos. Por España, siempre por España ¡Viva España¡
