La portavoz municipal del PP, Beatriz Escudero, apartó ayer del grupo popular a tres concejales. La senadora tomó la decisión al sospechar que entre estos tres ediles están los dos que rompieron la disciplina de voto en el último pleno, en una votación secreta de una moción que presentó el grupo popular.
Los concejales César Martín, Elena García y Mercedes Álvarez Campana serán relegados de sus funciones y ya no asistirán en nombre del PP a ninguna comisión informativa del Ayuntamiento. Tampoco participarán en las reuniones del grupo ni podrán acudir en su representación a actos públicos. Esta decisión, que contaría con el visto bueno del presidente provincial del PP, Francisco Vázquez y de la dirección regional y nacional del partido, será anunciada hoy por Escudero en una rueda de prensa.
Escudero quiso ayer poner orden en su casa. Dolida por el batacazo del último pleno, la senadora reunió ayer a su grupo, en un nuevo intento, el tercero, de desenmascarar a los concejales «desleales»; los dos que se desmarcaron del grupo y depositaron en la urna las papeletas en blanco en la votación de una moción del PP. Se trataba de una iniciativa para exigir al concejal socialista Javier Arranz que devolviera su acta de concejal por el escándalo el CD que incluía una canción con insultos al Rey.
Lo sucedido en el último pleno era el segundo episodio de indisciplina, tras el que protagonizaron, hace tres meses, cuatro concejales —Elena García, César Martín, Mercedes Álvarez Campana y María José Uñón—, cuando abandonaron el pleno, por espacio de veinte minutos, durante una moción del PSOE, para expresar su disconformidad con la senadora.
En la reunión celebrada anoche, en la sede del partido, asistieron todos los concejales, salvo Miguel Ángel Antona, que disculpó su ausencia por motivos personales. La portavoz trató sin éxito de arrancar la confesión de los «desleales». Primeramente, según fuentes próximas al PP, y con la presencia del secretario provincial del PP, Miguel Ángel de Vicente, Escudero habló de lealtad, disciplina y jerarquía, y apuntó que ya había trasladado lo sucedido a la dirección nacional del PP y al secretario regional del PP, Alfonso Fernández Mañueco. Y apuntó incluso que desde Génova habían estado durante toda la tarde de ayer intentando localizar a Vázquez, que se encuentra disfrutando de un periodo vacacional, para exigir que se adoptaran medidas contra los díscolos.
Tras abandonar De Vicente la sala de reuniones, Escudero exculpó de lo sucedido a Santamaría, Moreno, Antona, Pérez, Pablo Martín, Josefina García y Javier Encinas. También a María José Uñón, pese a ser una de los cuatro ediles que abandonaron la cámara en señal de protesta hace tres meses. Escudero alegó que en el pleno había identificado la papeleta de Uñón, por su caligrafía, con un «sí» a la moción.
César Martín, Elena García Gil y Mercedes Álvarez Campana quedaron señalados con el dedo acusador de Escudero, a pesar de que los tres habían declarado su inocencia, al asegurar, minutos antes, uno por uno, que habían votado a favor de la moción.
Tras el infructuoso intento de arrancar una confesión sin pruebas, la portavoz dejó entrever que había perdido su confianza en ellos y que, en consecuencia, en sus competencias como jefa del grupo, había decidido prescindir de los que presumía como desleales para que representaran al PP en las distintas comisiones informativas.
Abandono
La reacción de los tres «señalados», según las mismas fuentes próximas al PP, fue la de levantarse y abandonar la reunión, no sin antes reprochar a Escudero que estaban siendo víctimas de una acusación sin prueba alguna.
Antes, la también senadora no dudó en acusar a los concejales «bajo sospecha» de tener una especial afinidad personal con los ediles del PSOE y de haber pactado con ellos los votos en blanco de castigo a su gestión como jefa de la oposición.
Escudero solo confía plenamente en un círculo estrecho de su grupo, el que conformarían Miguel Ángel Antona y Susana Moreno. Fue precisamente esta confianza exclusiva en estos dos concejales y su decisión de relegar al resto a un segundo plano lo que provocó hace tres meses la insurrección.
Escudero, a través de su jefe de prensa eludió ayer hacer ningún comentario sobre la reunión. El jefe de prensa, presente en la reunión, se limitó a comentar que «había sido un encuentro donde se manifestaron diversas opiniones» y negó que hubiera ocurrido algo «extraordinario».
Este diario intentó ayer recabar sin éxito la opinión de los tres concejales apartados del grupo popular. Tras esta decisión, César Martín, ya no participará en nombre del PP en el IMD y en la comisión de Gobierno Interior y Personal; Elena García Gil será relegada de las comisiones de Hacienda y Servicios Sociales y Mercedes Álvarez Campana ya no asistirá a la de Gobierno Interior y Participación Ciudadana. Ahora solo cabe saber que decisión tomarán los tres hasta lo que resta de legislatura, mientras Escudero avance, como así lo desea, en su campaña para aspirar a la Alcaldía con una lista que, con toda seguridad, en la que pocos repetirán.
