Un grupo de profesionales de la educación, la sanidad, los servicios sociales y los medios de comunicación de España experimentan en Segovia las oportunidades que en su trabajo y en su vida les puede brindar disfrutar y utilizar la música como instrumento pedagógico y terapéutico. Se trata de una actividad desarrollada en el marco del XXI Seminario “Cara y cruz de nuestra personalidad. Escucharla a través de la música” que organiza la Asociación de Educación para la Salud “Alezeia”. La asociación Alezeia fue creada en Segovia hace 21 años por un grupo de profesionales de la sanidad y la educación empujado por la doctora segoviana Isabel Serrano.
La vida humana nunca ha dejado y nunca dejará de ser inquietud, curiosidad y osadía, y por ende siempre se hallará sometida al riesgo. Siempre la curiosidad ha reconciliado al ser humano con los riesgos del Porvenir. Esta reflexión recoge la filosofía de trabajo del colectivo. La fundadora y presidenta de Alezeia, Isabel Serrano representa bien ese espíritu de búsqueda dinámica de caminos hacia la verdad, que anuncia del nombre de la asociación (alezeia, verdad revelada), y que el grupo orienta hacia la construcción de una sociedad saludable.
En esta ocasión la propuesta que ha lanzado “Alezeia” a los participantes en su seminario anual es profundizar en su personalidad y afrontar un camino de superación. A lo largo de este fin de semana participantes conocerán las aplicaciones del eneagrama en las relaciones profesionales y personales. El Eneagrama de la Personalidad es un sistema de clasificación de la personalidad, que algunos también encuentran útil como camino de superación personal. Está considerado un instrumento iluminativo que ayuda a las personas a conocer su interior y llegar hasta lo más esencial. Los representantes de Alezeia consideran que conocer los dinamismos personales que están detrás de las conductas contribuye a humanizar las relaciones y mejora el ejercicio de profesiones como la de los médicos que, según Isabel Serrano, corren el riesgo de convertirse en “figuras administrativas o recaudatorias, dejando al lado el arte de curar”.
