La autora de Memorias de cenizas, Hijos del mediodía, El club de la memoria o El sonámbulo de Verdún vuelve a la actualidad con la publicación de Adriático (Fundación José Manuel Lara), con el que logró el Premio Málaga de Novela 2012, dotado con 18.000 euros. Esta obra de Eva Díaz Pérez (Sevilla, 1971), poblaba de fantasmas y de espectros, en clave tragicómica, recrea todo tipo de sensaciones, formas u olores y evoca con extraordinaria plasticidad un fragmento ineludible de la memoria europea.
Pregunta.-Los miembros del jurado resaltaron que los enclaves donde se desarrolla Adriático despertaron la sensualidad de su prosa, la de usted, claro. Ante tal aseveración, ¿cómo reaccionó?
Respuesta.-Lo agradecí, porque Venecia es una ciudad tan contada, fotografiada y filmada que se puede caer en el exceso de la realidad. El hecho de que resaltaran esa sensualidad, pero en positivo, me hizo pensar que había cumplido con lo que me había propuesto.
Pregunta.-Imagino que no traspasar esa línea peligrosa, será una garantía hacia el éxito….
Respuesta.-Sí, porque la belleza y la capacidad de misterio de la ciudad la convierten en única, pero también puedes caer en el pecado de hacer algo muy previsible y puede ser que escribir sobre ella sea la trampa que lo convierta en un regalo envenenado.
Pregunta.-Tiziano Scarpa vaticina que la ciudad de los canales se hundirá aplastada, entre otras razones, por los sueños que inspiró a gente con olfato…
Respuesta.-Es un poeta que define muy bien la capacidad de inspiración de Venecia, porque es un lugar que puede provocar cierta capacidad de fabulación. Resulta difícil que, al pasear por ella, no se te ocurran muchas cosas.
Pregunta.-Al desconectar el ordenador o después de corregir, una vez más, las últimas cuartillas de esta obra, ¿con qué soñaba?
Respuesta.-A lo largo de la escritura de la novela, he tenido sueños muy extraños, como el de una rata que se escapaba por un trampantojo y que terminé incluyendo en una de las escenas. Cuando empiezas una obra, por los vericuetos del cerebro se van colando, apenas sin darte cuenta, estancias de esa casa desconocida que pretendes construir con palabras.
Pregunta.- ¿Venecia es para disfrutarla siempre en buena compañía o también es apta para personas solitarias?
Respuesta.-Tiene fama de romántica, pero a mí se me antoja que es para vivirla a solas, porque en el diálogo de uno mismo con ella se entiende plenamente su trayectoria. Incluso, cuando aceptas su invitación para salir de la ruta turística, esa parte de atrás, sucia y estancada, resulta inquietante y hermosa al mismo tiempo.
Pregunta.-El otro escenario es Trieste, ¿por qué ese lugar y no otro?
Respuesta.-En la novela tiene mucha importancia los elementos simbólicos, y el vendaval típico de Trieste, el bora, me dio pie a la lectura de un territorio en el que el viento entra para borrar los malos sueños. Es una sitio donde todo es posible y donde el protagonista, Vittorio Brunelleschi, que huye de su ciudad natal, crea una nueva vida y empieza a escribir su propia biografía.
