El expresidente de la Real Federación Española de Tenis (RFET) José Luis Escañuela y la presidenta en funciones de dicho organismo, Olvido Aguilera, fueron suspendidos de sus funciones, según comunicó el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) al Consejo Superior de Deportes (CSD).
En un comunicado, el CSD señala que el TAD le informó de que abrió expediente disciplinario a José Luis Escañuela y a Olvido Aguilera, cuya inhabilitación fue solicitada la víspera por la Comisión Directiva del Consejo por el presunto desvío de dinero de la Fundación del Tenis Español y la falta de documentación.
Precisamente ayer, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, afirmó que el tenis “está diciendo que no quiere” al presidente de la RFET, José Luis Escañuela, después de la reunión del martes con los presidentes de las Territoriales y le acusó de emplear la “mentira” y la “manipulación” para echar a la opinión pública contra los tenistas.
“Es una persona que ha utilizado como estrategia la mentira y la manipulación de una manera permanente. Y eso, al final pasa factura. Se cosecha lo que se siembra. Ha ido haciendo cosas que han ido creando una sensación aterradora. A los deportistas han intentado echarle la opinión pública acusándoles de machismo cuando no hay nada”, dijo en declaraciones a Radio Marca.
En este sentido, Miguel Cardenal denunció que a los tenistas les “machacaron” y trataron de mostrarles como mercenarios que sólo se mueven por dinero. “Eso lo han practicado también con las deportistas femeninas cuando se planteó si Garbiñe jugaba con nosotros o con Venezuela. Ha sido mucho tiempo haciendo daño”, indicó Cardenal.
Igualmente, el presidente del CSD se declaró “impactado” por las declaraciones de los presidentes de las territoriales, que llegaron a considerar “amigo” a Escañuela y que confesaron sentirse “decepcionados” porque les había “engañado” y no aportado la información que le solicitaban.
“Tiene pendiente dar explicaciones de cantidades de dinero muy importantes. El tenis, lo cojamos donde lo cojamos, está diciendo que no lo quiere. Tiene sombras muy graves que, lejos de despejarlas, se agrandan”, subrayó.
