En el deporte, en la empresa o en cualquier sociedad que trabaja con objetivos concretos, cuando estos no se alcanzan, lo que se cambia es al entrenador o al director ejecutivo, porque él es el responsable de que todo funcione. Cuando las cosas no salen como estaba previsto o se han llevado a cabo acciones o actuaciones que incluso se había manifestado públicamente que no se harían, lo fácil, lo cobarde diría yo, es echar la culpa a otros en lugar de asumir uno mismo las responsabilidades.
Y si, además, el desprenderse de los que le han acompañado se hace de manera torticera y mezquina, el responsable de ello merece que se le califique como mínimo de indigno y desleal.
Venimos diciendo desde hace mucho que Sánchez no es de fiar, y con la crisis de gobierno lo ha demostrado con creces, y no solo con los españoles, sino con sus allegados más próximos y que lo dieron todo por él. ¿Qué esperar pues de quien es capaz de hacer eso con los amigos y con los que le dieron toda su confianza?
Sánchez ha fiado todo su futuro político a las vacunas y a la recuperación económica con los fondos europeos. De la pandemia ya dijo en julio de 2020 que estábamos libres y podíamos y debíamos salir sin temor, pero vino la tercera y cuarta ola con miles de fallecidos y contagiados sin asumir sus responsabilidades; y hace tres meses, que en julio de este año estaríamos a salvo. Los últimos días, y ante los alarmantes datos de contagios, no parece que estemos libres, es más, todo apunta a lo contrario y el Gobierno sin hacer nada.
Este cambio de Gobierno no hace si no revelar la profundidad del desgaste de Sánchez
En cuanto a los Fondos Europeos —ideados, pensados y propuestos a los 27 países de la UE por tres líderes políticos del Partido Popular Europeo, por si alguien no quiere enterarse todavía—, siempre hemos dicho desde el PP que tienen que ser gestionados por una autoridad independiente para no caer en el clientelismo o favoritismo, pues sin control y sin transparencia el riesgo de corrupción está ahí y de momento, ya tenemos el de Plus Ultra en los tribunales. Pero es que hoy hemos conocido, como era de esperar, las conversaciones privadas del “todopoderoso Redondo” con la patronal catalana sobre el reparto de los fondos en una cita secreta y que “serían una merienda de negros”. Y esto, que ni se ha empezado.
¿Qué podemos esperar pues de Sánchez? Sánchez no tiene proyecto para España si no es para sí mismo, y todo su Gobierno está exclusivamente a su servicio y de las próximas elecciones. Este cambio de Gobierno no hace si no revelar la profundidad del desgaste de Sánchez, y lo peor de todo, que con Sánchez en el Gobierno, España entera lo tiene muy crudo. La gravedad de la situación con Sánchez, hasta con aquellos que le defendían hasta ahora, es ya una evidencia.
(*) Diputado por PP Segovia.
