La sexta ha sido la más inesperada de todas. De nuevo se volvió a minusvalorar a un coronavirus que ha demostrado vez tras vez su capacidad para subsistir por más dificultades que se hayan puesto delante de él. Nuevo tropiezo con la misma piedra.
Mucha era la confianza en que no se padeciera una nueva gran ola: vacunas, concienciación social y medidas de probada eficacia reforzaban esa idea. No solo llegó, sino que a nivel de contagios ha sido la mayor de todas.
Las cifras han sorprendido a propios y extraños, con varios días por encima de 600 contagios por covid-19 cuando el anterior máximo se situaba en menos de 400. ¿Cómo? omicrom, falta de medidas contundentes y la confianza de una población que se veía ya fuera de la pandemia.
A destacar el Día de Reyes, cuando en la provincia se remitieron 803 contagios en una sola jornada. Para poder ponerlo en contexto, decir que este valor es más alto que todos los casos detectados durante septiembre, octubre y noviembre de 2021 juntos. Ahí es nada.
Las características de la sexta ola han sido similares a las de la tercera. Subida gradual de los contagios tras los puentes de inicios de diciembre, explosión en Navidad y récords de contagios en enero.
Enero contabilizó 12.827 positivos, más del doble que los peores meses del ciclo epidemiológico. Al menos, el pico se situó a principios de mes, por lo que el resto del periodo ha ido registrando bajadas.
Esta tendencia bajista empieza a día de hoy a dar sus frutos y se espera que en varias semanas se pueda volver a esa ‘normalidad’ dominada por el coronavirus. Se habla de que ómicrom conseguirá la ansiada inmunidad de rebaño, pero después de ver lo ocurrido en esta sexta ola, no sería considerado empezar a tirar, otra vez más, las campanas al vuelo.
Por suerte, en esta sexta ola se contaba con las vacunas, que han amortiguado el golpe. Y es que solo la han amortiguado, ni mucho menos aplacado. Los datos de mortandad manifiestan unos números inmisericordemente malos no vistos desde la tercera ola, un periodo donde la campaña de vacunación todavía estaba en pañales.
Segovia registró 21 muertes relacionadas con la pandemia en enero, peor mes en esta estadística desde febrero de 2020 y tercer peor periodo desde mayo de 2019. El repunte de muertes seguirá este mes con seguridad. Febrero irremediablemente todavía padecerá los efectos de la alta incidencia que acompaña a la provincia desde finales de diciembre.
Enero y su sexta ola es el severo toque de atención a las previsiones más optimistas sobre la pandemia, que la daban casi por erradicada. El coronavirus ha demostrado una y otra vez su soltura para volver con fuerza en cuanto se baja la guardia. ¿Habrá otra ola?
Evolución bajista
Enero pasa a ser el mes con mayor número de contagiados por covid-19 de toda la serie histórica, superando ampliamente a los anteriores parciales que ostentaban este dudoso mérito. De este modo, el primer mes del año ha aumentado en un 117% las cifras de su antecedente, que ya se había situado como el parcial con mayor número de casos de toda la serie histórica.
En la estadística semanal se puede apreciar que la sexta ola llegó a su pico durante la primera semana del mes, para después empezar a rebajar datos. Desde ese pico hasta la última semana, los casos se han rebajado un 55,5%. Esta tendencia decreciente se está manteniendo durante la semana presente, que podría rebajar los datos de su antecesora en casi un 40%. La bajada es rápida, con lo que si no hay imprevistos en algunas semanas se podría dar por concluida la sexta ola.

