La Gimnástica Segoviana no pudo pasar del empate en la Ciudad Deportiva Francisco Rubio en un partido marcado por el escaso acierto de sus delanteros de cara a gol. Dominó claramente el conjunto segoviano durante la primera parte, pero en la segunda se vino abajo y cedió la iniciativa a un Numancia B que a punto estuvo de sacar tajada de ello. Tan sólo en el último cuarto de hora del partido despertó la “Sego”, pero ya fue demasiado tarde.
Tras conseguir dos empates ante Valladolid B y Burgos, dos de los equipos más fuertes del grupo, la Gimnástica Segoviana se desplazaba a Soria para medirse a un filial numantino que se estaba recuperando en las últimas semanas de un pésimo inicio de temporada, pero que seguía muy necesitado de puntos.
Así el partido empezó, como no podía ser de otra manera, con los locales encerrados en su propio campo y con la Segoviana llevando la iniciativa del juego en todo momento. Sin embargo, este dominio que desembocó en una diferencia abismal en cuanto al porcentaje de la posesión de la pelota a favor del conjunto segoviano, no se tradujo en ocasiones claras de gol.
Era Mario Molina, a los diez minutos del pitido inicial, el que daba el primer aviso al estar a punto de llegar a un gran balón que le pusieron desde la banda y que no cazó por milímetros.
El dominio ejercido por la Segoviana era aplastante, pero sin embargo se atascaba en tres cuartos de campo ante una ordenada y aseada defensa soriana que no dejaba un solo espacio y empezaba a sacar de quicio a los visitantes. A medida que fueron pasando los minutos de la primera parte el conjunto segoviano se fue apagando. Así, el Numancia B ganó en confianza y adelantó ligeramente sus líneas para tratar de sorprender a la Gimnástica por las bandas. Los extremos del equipo soriano, que eran verdaderas balas, ponían a prueba a la defensa de la “Sego”, pero ésta respondía a la perfección.
La verdad es que ambos equipos estaban faltos de ideas. De ese modo el partido se trababa, las imprecisiones en el juego en corto hacían acto de presencia, y la continuidad en el juego brillaba por su ausencia. La Segoviana quería poner cerco al área de Jesús, pero una vez que se acercaba a ella perdía el balón y debía empezar de nuevo.
Dos remates de cabeza de Nandi fueron todo el bagaje ofensivo del Numancia B en toda la primera parte. El primero en el minuto 19, que sacó Yaco bajo palos; y el segundo a saque de esquina de Iñigo que obligó a Durán a realizar una gran intervención. Era a balón parado como mayor peligro estaba creando el Numancia B. A la Segoviana le costaba defender este tipo de jugadas y sufría por alto. Daba la sensación de que en cualquier córner o cualquier falta, por lejana que fuera, podía llegar el gol de los locales.
Al filo del descanso, en el minuto 47, Diego Antón volvía a poner en jaque a la defensa segoviana al rematar un saque de esquina flojo a las manos de Durán. El filial numantino empezaba a avisar.
El arranque de la segunda parte fue idéntico al de la primera. Dominó la “Sego”, pero tan sólo lo hizo durante cinco minutos, ya que después cedió los trastos al Numancia y a punto estuvo de pagarlo muy caro.
En el minuto 77 un contragolpe llevado a cabo por Víctor Andrés a punto estuvo de sorprender a la Segoviana. El jugador del Numancia se escapó con pasmosa facilidad de los dos centrales segovianos y no supo resolver en el mano a mano con Durán. Sólo en ese momento reaccionó el equipo dirigido por Paco Maroto, que dispuso de la ocasión más clara de todo el partido a cuatro minutos para la conclusión cuando Mario Molina, con todo a su favor, disparó flojo a las manos del meta local. Ramsés cayó dentro del área local y los jugadores visitantes pidieron penalti,pero éste no se señaló y al final se llegó con el reparto de puntos.
