Los 21 ultras detenidos en la reyerta del pasado domingo en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón quedaron en libertad con cargos tras declarar ante la jueza de Instrucción número 34 de Madrid, María del Coro Martínez. La representante del Ministerio Fiscal solicitó prisión sin fianza para dos de los detenidos del Frente Atlético y para siete de los ultras de Riazor Blues. También solicitó que se les prohibiera acercarse a menos de dos kilómetros del estadio Vicente Calderón.
Pese a estas solicitudes, la magistrada acordó dejar a todos en libertad bajo la acusación de riña tumultuaria y con la obligación de comparecer dos días al mes, sin aceptar la petición fiscal de prohibirles acercarse al Calderón.
El abogado de los hinchas del Deportivo, Erlanzt Ibarrondo, señaló al concluir las comparecencias que todos sus clientes declararon ante la jueza y negaron que hubiera una quedada previa, manifestando que fueron agredidos por los ultras del Frente Atlético en las inmediaciones del estadio.
Además, el letrado señaló que sus patrocinados no fueron detenidos ‘in situ’ sino en el hospital, donde estuvo ingresada la víctima mortal, y en el autobús que les iba a trasladar a A Coruña. También explicó que muchos de ellos presentan lesiones. Uno de ellos, por ejemplo, recibió tres puñaladas, otro fue tirado al río y otro sufrió un fuerte golpe en la cabeza.
