Agradeciendo el apoyo de ‘Huevos Velasco’, ‘Colectivo Azálvaro’ se dispone a lanzar una llamativa campaña publicitaria con el eslogan “Los que protegen a nuestras rapaces son los que más huevos tienen”.
De igual forma, esta entidad naturalista está enviando cartas a numerosas empresas ganaderas de la provincia de Segovia y las colindantes en las que pide su colaboración en la “red de muladares o lugares destinados a la alimentación de aves necrófagas”. “Queremos agradecer su apoyo —se señala en el escrito— por la decisión de colaborar en un proyecto medioambiental cuyo objetivo es armonizar las políticas sanitarias con las de la sostenibilidad”.
José Aguilera, presidente de ‘Colectivo Azálvaro’, reitera que el fin último de todo el proyecto es “garantizar puntos de alimentación perdurables y sanitariamente controlados que aseguren a las aves carroñeras parte de su alimentación”, en las estribaciones de la Sierra de Guadarrama y en el ámbito territorial de las comunidades autónomas de Castilla y León y Madrid. “Lo que hacemos —añade Aguilera— es prestar un servicio a los ganaderos e industrias cárnicas para la recogida y el transporte de los cadáveres y subproductos cárnicos a un comedero, recordando que los buitres son el objetivo y no el medio”.
“En nombre de todas las aves carroñeras que surcan los cielos de estos pueblos, como recursos naturales y estéticos de nuestros paisajes, y de las que lo harán por la red de comederos, el Colectivo Azálvaro agradece esta aportación, sin la cual nuestras actuaciones nunca conseguirían convertirse en realidad”, concluye el texto.
‘Colectivo Azálvaro’ justifica el proyecto que está llevando a cabo señalando que, como consecuencia de la reducción de alimento disponible, en los últimos años las especies necrófagas están provocando un número creciente de incidentes y de denuncias al ganado vivo, generalmente asociados a épocas de partos, tanto en ovino como en bovino, causando un importante conflicto con los ganaderos y una alarma social al respecto.
El propio Decreto 17/2013, de 16 de mayo, de la Junta, reconoce que la percepción social de los buitres ha cambiado por el comportamiento de las aves necrófagas, al incrementarse la presencia de estas fuera de sus áreas de campeo habituales, al acercarse a las proximidades de espacios urbanos (basureros, carreteras), a las actividades humanas (aprovechamiento ganadero o caza), o por disminuir la distancia de huída de las personas.