El Teléfono ANAR recibió en 2014 un total de 1.920 llamadas de menores que pedían ayuda por situaciones de violencia de género dentro de sus familias, con sus parejas o por parte de las madres de estas, también para pedir ayuda, lo que representa un incremento del 24,4% respecto al año anterior, según el Informe Anual presentado la mañana de ayer por la propia Fundación ANAR.
La organización subrayó el incremento de este tipo de llamadas, que en 2009 ascendieron a 278, correspondientes a 210 casos, y que en 2014 han alcanzado las 1920 llamadas relativas a 1.110 casos de menores.
Del total de llamadas recibidas por casos de violencia de género 1.642 eran peticiones de ayuda por parte de menores debido a su preocupación por situaciones de violencia de género en su entorno familiar. Además, 278 chicas llamaron por violencia de género por parte de sus parejas (67,6% de los casos) o exparejas (30,9%).
En este tipo de casos, la organización advirtió de que la mayoría de las jóvenes que llaman tienen 16 y 17 años pero que “cada vez más” comienzan a llamar niñas más jóvenes. De hecho, el 16,5% de las llamadas que recibió la asociación para pedir ayuda eran de chicas de entre 13 y 14 años, según explicó la directora del servicio, Leticia Mata.
Mata subrayó que parte del trabajo que realizan quienes atienden al teléfono por parte de la organización consiste en ayudar a las adolescentes a tomar conciencia de que los abusos que sufren o la situación que relatan es violencia de género.
“Vemos casos en los que las menores adolescentes llegan a tolerar y a asumir la violencia que están sufriendo, la han aceptado. Es muy duro”, aseguró.
Así, destacó el caso de una menor de 14 años que aseguraba “ser el trapo” de su pareja o el de la madre de una menor de 16 años que pedía ayuda porque su hija “llega con marcas continuamente a casa” pero que “no reconoce que son de él” y “dice que se ha caído”. “Le grita, le insulta y le dice que si no es de él no será de nadie”, aseguró.
También subrayó el caso de un menor de 13 años que llamó para pedir ayuda porque “su padre no trata bien a su madre” y “le grita y le insulta”. “El otro día iba con mis padres por la calle y él le dijo que iba vestida como una puta y que no se acercase a nosotros, que fuera por detrás”, declaró.
